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El Agave, un raudal azaroso

Agave
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Desde tiempos inmemoriales el “mezcal” ha sido en las culturas originarias de este país, un producto especie de reverencia y a su vez de maldición por los atavismos que acarrea en su caminar histórico.

Hoy el “mezcal”, producto auténticamente mexicano, se ha convertido en uno de los principales productos tanto de consumo interno como de exportación.

Así lo señalan los órganos oficiales que regulan y contabilizan su presencia, lo mismo en los medios rurales donde se cultiva y cosecha la materia prima, como en las destilerías de donde sale embotellada rumbo a los destinos más inciertos y lejanos de su origen.

Según el Consejo Regulador del Tequila (CRT), como se denomina desde hace tiempo al producto nacido de los agaves, “en los cinco Estados que cuentan con la denominación de origen del citado “tequila”, existen 413 mil 870 hectáreas de cultivos del agave azul tequilana Weber, distribuidas en 181 municipios en los estados de Jalisco, Guanajuato, Nayarit, Michoacán y Tamaulipas” (Cifra pendiente de actualizar).

Todo este espacio que se ha convertido en el alojamiento de una planta que ha adquirido su patente de
nacionalidad y le ha dado a los terrenos huéspedes una forma de identidad que la UNESCO ha reconocido como un Patrimonio Mundial de la Humanidad.

El texto El Paisaje Agavero y las antiguas instalaciones industriales de Tequila, del Doctor Luis Ignacio Gómez Arriola, producto de su tesis doctoral, es un trabajo realizado durante más de 20 años de estudio e investigación en el INAH.

La tesis que ha tenido como objetivo principal colocar en la lista de la UNESCO como patrimonio mundial, al Paisaje Agavero de la Región del Volcán de Tequila y ha sido un detonador para que dicho paisaje agavero y sus alrededores alcancen un valor universal.

mezcal

Este hecho entre otros, ha podido mostrar también que las poblaciones inmersas en este paisaje, desarrollaron una cultura muy peculiar, tanto en la concepción del trabajo del cultivo y cosecha de un producto poco común en el campo mexicano, así como en la cultura asociada a su producción e industrialización.

Tales manifestaciones culturales al igual que el desarrollo conjunto de medios de comunicación y edificaciones destinadas a la producción del tequila, como los hornos, los alambiques, los patios de recepción de las piñas de agave y por supuesto la formación e instrucción del personal dedicado a esta actividad, son necesariamente actividades poco comunes en el ámbito rural del país.

Paisaje Agavero

En tal sentido el Paisaje Agavero de Tequila, se ha reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, circunstancia que ha determinado que esta icónica región se convierta en un símbolo de la mexicanidad, como lo es también la charrería y el mariachi, bien le queda entonces al Estado el epíteto de “Jalisco es México” que la mercadotecnia le ha encajado.

tequila agave


Es normal que a partir de esta denominación, el agave alcance niveles de producción no conocidas anteriormente, y sea también este auge productivo objeto de múltiples hipótesis, que lo consideran al igual que una fuente de enormes ingresos, un riesgo para el sector rural de la región.

Así por ejemplo, en tres décadas según el CRT la demanda del agave en los mercados nacionales ha crecido 520%, en 2017 por citar un caso. Hubo 29 millones de plantas disponibles y cinco años después en 2022, aumento en 375 millones el inventario de las plantas listas para procesarse.

Para lograr estas cifras, los productores invaden cerros y espacios protegidos, con lo
que “al quitarle terreno al bosque tropical destruyen su ecosistema”. Se rompen todos los ciclos ecológicos de este territorio establecido hace millones de años.

Lo cual para Dánae Cabrera investigadora de la Universidad de Guadalajara, al utilizar para la
siembra del Agave estos espacios no autorizados para ello, constituye como se ha
afirmado, la pérdida de ecosistemas, que conlleva incluso el riesgo de
empobrecimiento de las tierras laborables,

Así mismo afirma la investigadora, que muchos incendios en el medio rural de la zona, están vinculados a la siembra del agave, sin olvidar el daño que ocasionan los fertilizantes y abonos químicos que se
emplean en dicho proceso.

Igualmente los daños irreversibles que se producen con los desechos de la producción, líquidos como la vinaza, que van a parar a los causes de agua corriente y sólidos como el bagazo.

En consecuencia, se devastan para la siembra del agave, según los defensores de estos planteamientos decenas de hectáreas de terrenos de cultivo, así la siembras de trigo, maíz y sorgo son substituidos por plantas de agave.

Pero según el diputado por el Distrito 1 de la Piedad Michoacán Hugo Anaya Ávila, el cambio de la vocación de las tierras, se debió a que los precios de los granos en el mercado no generaban
ingresos suficientes para sobrevivir.

De esta forma las plantas de agave han venido a fortalecer momentáneamente los recursos de los campesinos y de los empresarios de este ramo. “Los industriales del tequila están apostando a ganar todo el dinero posible, lo cual es legítimo, pero a su vez están cortando la rama en la que están sentados”.


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Jesus Rodriguez Gurrola

por Jesus Rodríguez Gurrola

Doctor en Letras Románicas en a Universidad Paul Valery de Montpellier, Francia. Profesor huésped de la Universidad de Varsovia, Polonia y de la Universidad de Hamburgo, Alemania Federal. Profesor emérito de la Universidad de Guadalalajara. Columnista durante 28 años de El Occidental.

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