• jueves, septiembre 19, 2024 3:43 pm

Proyecto Metropolitano ZMG

Por el bien ciudadano

Libros de texto gratuitos reflejo de los “tiempos nuevos”.

libros de texto
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Cada sexenio, los gobiernos provenientes de la Revolución Mexicana han establecido a
través de la educación elemental (entiéndase libros de texto) sus principios y su ideología, así como lo hicieron los hacendados y el clero mexicano durante el pequeño espacio de tiempo que tuvieron en
sus manos el poder de la República, sin contar los casi tres siglos del virreinato.

Si es que en esas épocas se pudiera hablar de cualquier sistema de educación, pues en esa realidad la educación de los infantes que se impartía en las sacristías o en los patios de algunas haciendas, la educación se entendía como un simple aprendizaje del catecismo del “padre Ripalda”, capeado con un sinnúmero de anatemas y condenas de por vida a todo aquel que no lo aprendiera de memoria.

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Tal enseñanza se impartía en ocasiones con algún asomo a los elementos gramaticales del idioma español y a los principios de la aritmética, que siendo pródigos, su alcance sólo llegaba a exigir del
alumno la memorización de las tablas de multiplicar, la suma, la resta y en algunos
casos dependiendo de los profesores, se ilustraban los elementos de la división, todo
esto con el agravante de docenas de reglazos o de horas sin fin en los rincones de las
aulas.
Ese tipo de educación es el que los industriales, los terratenientes, los propietarios
de los grandes comercios y los banqueros, añoran para las grandes masas, para lo que
hoy pregonan como pueblo, para que sigan sometidos a la ignorancia y a la
superstición.

Se dirá en contrario que las puertas de la educación de excelencia, exclusiva de las elites económicas, también se abren para los alumnos provenientes de las clases populares, a través de becas, de programas de autofinanciamiento, y de mil formas más de subvención que los alumnos pueden conseguir para ingresar a ese tipo de enseñanza, lo cual de poco o nada le servirá pues los espacios laborales así como
los beneficios educativos con que se instruye a los alumnos de las escuelas señaladas, giras de estudio, convenciones, festejos, también están diseñados para mantener alejados a los “becarios” como así les llaman a quienes no cubrieron sus estudios con el cheque de sus padres o de sus tutores.

Esa misma diferenciación de clases se aplica en cualquier ramo de la sociedad, en el
gobierno por ejemplo, sea cual sea el color y su denominación, mantiene estrictamente
señalado el rango de ingreso a todos y cada uno de los espacios donde se maneja el
dinero del erario nacional, Banco de México, Financieras de la República, direcciones o
departamentos de finanzas de casi todas las secretarías de Estado.

En tal sentido es ilustrativo ver como de pronto los intelectuales al servicio de los
intereses del gran capital, promueven movimientos sociales en contra de los libros de
texto, cuando no se manifestaron en su momento para participar en su elaboración, ni
aportaron idea alguna en su redacción.

Las interrogantes

Es cierto, los textos aludidos contienen muchos errores y en el contenido de algunos temas no tuvieron el cuidado debido al redactarse, pero se puede preguntar:

  • ¿Dónde estuvo el sector sindical?
  • ¿Qué hicieron las asociaciones de padres de familia, los profesores, la mitra?
  • ¿Dónde están las convocatorias de estas agrupaciones a estudiar o hacer propuestas para la
    elaboración de los citados textos?
  • ¿Cuáles seminarios?
  • ¿Cuáles foros de estudio?
  • ¿Cuáles reuniones de trabajo en torno a la edición y publicación de los textos impugnados se
    hicieron al respecto?

Ahora la censura se enfoca en señalar que los textos de educación gratuita son un
instrumento para llevarnos al comunismo, o quién sabe a qué lugar de esa ideología.

Pero podría señalarse a este respecto, dónde están los estudios que mencionen las
teorías del socialismo o más aún como se señala, dónde se han fijado las tesis o
teorías dónde se establecen las ideas de Marx, de Lenin, o de cualquier filósofo de esta
disciplina para poder hacer estos señalamientos.

Como dicen en la fiesta brava, A “toro pasado” la faena es muy fácil y además viste
al matador de un triunfalismo engañoso, pero el espectador ya conoce esos trucos y
pronto el engaño se convierte en rechifla.

El trabajo en las aulas es similar a la fiesta brava, haciendo mal uso de la comparación, se requiere valor, compromiso, idea del presente y del futuro, y sólo quien ha trabajado en ellas puede saber lo que sucede en su entorno.

Por eso es previsible lo que sucederá, sin más, como en cada sexenio, los inconformes pronto guardarán sus bártulos, y los profesores, como no les pagan por corregir ningún texto, o se pasarán el tema o deshojarán los libros para no tener mayor problema.

Son los tiempos nuevos, pero los de entonces, como dice el poema, somos los mismos.


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Jesus Rodriguez Gurrola

por Jesus Rodríguez Gurrola

Doctor en Letras Románicas en a Universidad Paul Valery de Montpellier, Francia. Profesor huésped de la Universidad de Varsovia, Polonia y de la Universidad de Hamburgo, Alemania Federal. Profesor emérito de la Universidad de Guadalalajara. Columnista durante 28 años de El Occidental.

Un comentario en "Libros de texto gratuitos reflejo de los “tiempos nuevos”."
  1. Que porquería hicieron no tuvieron porque cambiar los libros lo q pase en lo social no tiene nada q ver con lo educativo 😡😡😡 no tienen derecho a hacer eso eso nos corresponde como padres no a ustedes cómo educación

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