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“Ponen en su lugar” a un soberbio Antonio Padilla

Antonio Padilla PRI Jalisco
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Luego de la histórica derrota electoral del pasado 2 de junio, si algo le ha faltado a la dirigencia estatal del PRI que encabeza Antonio Padilla es autocrítica y humildad para reconocer su fracaso, luego de que ni aliándose con sus otrora adversarios -PAN y PRD- pudieron hacer un papel digno y fueron colocados nuevamente como la cuarta fuerza política en la entidad.

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Envalentonado como su dirigente nacional, Alejandro “Alito” Moreno, el presidente priista, Antonio Padilla Cruz, se contagió de soberbia y asumió el papel de que ningún priista tiene derecho a criticar lo realizado durante su gestión, a cuestionar lo que se hizo mal antes y durante la campaña por los cargos de elección popular, a reprocharles que -como “Alito”- esperaban sólo loas de sus incondicionales y seguramente el aplauso de pie porque se la “rifaron” por Jalisco, y se creyeron aquello de que el PRI en Jalisco “nació” cuando ellos llegaron a la dirigencia.

No hay que olvidar que Antonio Padilla llegó a la presidencia estatal del PRI, de manera interina, gracias a que se hizo a un lado´con engaños a quien fungía como secretario general, Omar Hernández, y a quien por prelación le correspondía ocupar la vacante que dejaba Laura Haro Ramírez en la presidencia al irse como candidata a la gubernatura. Fue así que Padilla Cruz, como secretario de Organización, se hizo cargo de la presidencia como era el deseo de Haro Ramírez.

Por supuesto, a Omar Hernández no le cumplieron el compromiso asumido, quedó fuera de cualquier candidatura y hoy está fuera del revolucionario Institucional por voluntad propia.

Pero Antonio Padilla Cruz resultó de una piel bastante delgada, pues reaccionó furibundamente a un comentario que en sus redes sociales hizo Miguel Castro Reynoso, ex candidato a la gubernatura, secretario de Asistencia Social en el gobierno de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, diputado local y coordinador de la bancada priista en el Congreso del Estado y dos veces presidente municipal de Tlaquepaque, en la segunda de ellas derrotando a un empoderado Acción Nacional con el grupo de los hermanos Cortés Berumen.

En la manifestación pública que algunos priistas realizan del papel jugado por su partido en los recientes comicios, Castro Reynoso, con todo el derecho como militante priista que es, escribió en su cuenta de “X”: “De lo que ha pasado con el partido los priistas somos responsables, de las decisiones de los últimos tiempos lo son las dirigencias y sus asambleístas, es inadmisible e inexplicable, no hay razones ni argumentos válidos para lo que hicieron con nuestro partido”.

Contra la templanza que se espera de un dirigente estatal ante la crítica a la que está expuesto por parte de sus correligionarios, Antonio Padilla le respondió de manera iracunda a través de la misma red social: “De lo que te deberías de hacer responsable es de la multa millonaria que el INE le puso al @PRIJALOFICIAL por los desvíos y malos manejos de dinero que se realizaron para tu campaña en 2018″.

¿Es esta la reacción correcta y madura de quien tiene las riendas del PRI y que es corresponsable del fracaso del 2 de junio? ¿Creerá que ningún priista tiene derecho a cuestionar las acciones y decisiones de sus dirigentes y que sólo deben de acatarlas sumisamente?

A su reproche, Miguel Castro le respondió: “Quien señala culpables, se obliga a presentar pruebas, quien debió responder por los convenidos del partido fue quien decidió los mismos; por otro lado, debería dar vergüenza lo hecho con el partido, que triste su soberbia y su ceguera; le faltan años y méritos a los cargos”.

Pero no sólo él le respondió a Padilla Cruz. Las diputadas Hortensia Noroña y Verónica Flores no dejaron pasar el tema. La primera le recriminó: “Si tienes alguna acusación clara y con elementos sobre el actuar de la dirigencia del 2018 y la campaña, realiza una denuncia al seno del consejo político estatal , y si no deberías de reflexionar tus palabras para un hombre que le ha dado muchas victorias a nuestro partido”.

Verónica Flores le reprochó: “Es lamentable que estos temas se traten en las redes yo fui parte del comité que antecedió a la dirigencia en la que hoy participas no recuerdo lo que tú comentas creo que esto deberíamos ventilarlo en el seno del partido, el respeto debe prevalecer aunque no pensemos igual”.

Pero ya más tarde, por la noche, el ex coordinador de campaña de Laura Haro y quien a la postre era el dirigente estatal del PRI durante la elección del 2018 cuando Miguel Castro fue candidato a la gubernatura, Ramiro Hernández García, le señaló:

“@santopadilla por alusión a tu comentario fuera de todo contexto quiero precisar lo siguiente; tu servidor llego a la dirigencia del PRI en la campaña del 2018, cuando Miguel Castro era nuestro Candidato al Gobierno del Estado. Y quiero que quede claro que siempre se trabajó con mucha responsabilidad y cuidado el tema de los recursos económicos, conformamos un equipo especializado que estaba atento a cuidar el gasto y a soportarlo legalmente de acuerdo como lo marcaba la autoridad electoral.

“Cuando existe desconocimiento de un espacio, y cuando se carece de argumentos, es muy fácil hacer comentarios al aire. @micasrey contó y contará con el apoyo de quienes encabezamos esa dirigencia. Bajo argumentos sin sentido pido que reflexiones sobre tu comentario, que lo único que crea es un clima de más polarización, cuando nuestro partido lo que necesita en este momento es unidad”.

Después de lo anterior, al dirigente Antonio Padilla se le “cayó” el internet o se dio cuenta de que padece también del “síndrome” de “Alito”: la soberbia e intolerancia a la crítica, y decidió callar.


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