Para cumplir sus promesas de campaña Donald Trump ha comenzado a rodearse de las personas que considera las más eficientes para llevara a cabo la vuelta de tuerca a varios asuntos políticos, económicos y sociales que considera deben cambiar.
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Los primeros nombres dados a conocer no ocultan nada, será un gobierno de mano dura y luchador contra derechos obtenidos por la comunidad a lo largo de décadas de movilización social.
Sin duda, el nuevo gabinete presidencial está en relación directa no solo a sus discursos de campaña, sino a las exigencias de amplios sectores de sus votantes. Así, unos están entrando a la Casa Blanca y otros comienzan a despedirse.
No lo ha mandado decir, Trump ha sido muy claro en quiénes ocuparan los puestos de decisión: sus incondicionales, los disidentes pueden abstenerse de postularse.
El primer nombramiento fue el de Susie Wiles como jefa de gabinete. Sin duda, es una de las figuras más fuertes del próximo gobierno y sobre todo de la confianza absoluta de Trump. Figura clave en la campaña electoral y una artífice central del triunfo abrumador el 5 de noviembre.
Como embajadora de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas, ha sido designada Elise Stefanik; la Agencia de Protección Ambiental estará a cargo de Lee Zeldin; el representante de Florida, Mike Waltz será el asesor de seguridad nacional; y como líder del Senado, Trump está impulsando a Rick Scott de Florida. Todos ellos, se caracterizan por su cercanía a grupos muy conservadores.
Sin tener un nombramiento aún, una pieza fundamental en el nuevo gobierno será Elon Musk. Su fuerte influencia pasa necesariamente por los 120 millones de dólares que le invirtió a la campaña del republicano.
Su plataforma X Tuiter será pieza esencial en la comunicación desde la Casa Blanca y se especula que el dueño de Tesla podría tener el encargo de la innovación tecnológica del gobierno federal. Por lo pronto, se sabe que ha estado presente en la sala desde donde Donald Trump ha realizado varias llamadas a los líderes mundiales.
Sin duda, uno de los nombramientos que más ha llamado la atención es el de Thomas Homan como zar de la frontera. Homan acompañó a Trump en su primer periodo presidencial y mostró en todo momento mano dura contra los migrantes y fue un entusiasta impulsor de las deportaciones masivas y la
separación de familias.
En ese sentido, el presidente electo continúa insistiendo en que llevará a cabo la deportación de un millón de migrantes por año, cerrará la frontera a la llegada de “ilegales” y cancelará el programa CBP One establecido por Joe Biden para obligar a los migrantes a solicitar asilo desde sus países de
origen.
No deja de llamar la atención que a pesar del alto costo que tendría la política de deportaciones, al menos 88 mil millones de dólares por año, Trump no quita el dedo del renglón sobre las deportaciones masivas.
Esto a pesar del aporte que realizan los migrantes a la economía estadunidense, que implica, según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, 3.7 trillones de dólares anuales lo que podría convertir a los latinos en la quinta economía del mundo si fuesen un país independiente.
En los últimos tres años, los latinos han sido responsables del 41.4% del crecimiento del PIB real estadunidense, a pesar de que representan sólo 19.2% de la población de ese país. Aun así, todo parece indicar que las deportaciones masivas comenzarán el mismo 20 de enero de 2025.
Un nombramiento que aún no se hace oficial es el del secretario de Estado que estaría bajo la responsabilidad del senador de Florida, Marco Rubio, según varias fuentes. El legislador, hijo de migrantes cubanos, es uno de los personajes más duros de la atmósfera trumpiana, duro crítico de la política exterior de Barack Obama y Joe Biden, además de los gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Impulsor de políticas más agresivas contra China e Irán, y uno de los más entusiastas en calificar de grupos terroristas a los cárteles de la droga en México, y por lo mismo, un convencido del envío de militares estadunidenses a nuestro territorio para combatir al narcotráfico.
En caso de que se confirme el nombramiento de Rubio, el gobernador de Florida, Ron De Santis nombraría a su sucesor como lo establece la ley.
Además de los nombres mencionados, aparecen los abogados y consejeros que le hablan muy de cerca a Trump y preparan varias estrategias para cumplir las promesas del presidente electo.
Tal es el caso de Robert Lighthizer exjefe comercial del republicano que se encuentra preparando los planes para imponer nuevos aranceles masivos a las importaciones que irán mucho más allá de todo lo visto en el primer mandato de Trump; se proyecta, por ejemplo, promover un arancel “universal” de hasta 20 por ciento sobre todos los bienes que ingresan a Estados Unidos y al menos un arancel del 60 por ciento sobre todas las importaciones de China.
Así comienza Donald Trump a configurar el equipo que lo acompañará los próximos cuatro años.
No se miran buenos tiempo.
Profesor del Tec de Monterrey
@contodoytriques