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La industria del tequila, orgullo de Jalisco y México, enfrenta una profunda crisis derivada de una serie de acciones y omisiones donde prácticamente nadie sale bien librado.

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El año pasado, según datos del Consejo Regulador del Tequila, se exportaron 400 millones de litros del producto, hubo una reducción de la producción de un 20 por ciento y se mantuvo muy lejana a los 651 millones de litros producidos en 2022.

De acuerdo con el mismo organismo, existen más de 500 millones de litros en inventarios en las distintas empresas productoras y al menos 20 de las destiladoras se encuentran en un cierre temporal.

Más de 500 millones de litros de tequila hay en inventarios

No obstante, el problema del tequila tiene distintos ángulos y responsables, incluido el propio consejo.

El boom por la siembra de agave inundó Jalisco a tumbos y fue arrasando miles de hectáreas que antes eran empleadas para otros cultivos; como sucedió con el aguacate que deforestó bosques y sierras, el espejismo del agave también acabó con zonas boscosas y de agostadero, hasta que la avaricia, el mercado y malas prácticas, desfondaron el negocio.

Sin mediar trámite alguno ante la autoridad, grandes superficies fueron destinadas para la siembra de agave y comenzó el desorden. Productores agrícolas rentaron en siete mil pesos la hectárea pero, en su momento, en medio de la euforia, las hectáreas llegaron a cotizarse hasta en 40 mil pesos anuales.

En esta “rebatinga” de tierras, de acuerdo con fuentes consultadas, algunas tequileras entraron a la renta de tierras a través de prestanombres, sólo que comenzaron las triquiñuelas en contra de la misma industria.

La variedad Weber azul, agave destinado para la producción tequilera, requiere de un periodo de siete años de maduración. Sin embargo, algunas casas productoras metían agave tierno jimado a los tres o cuatro años de su proceso y utilizaban caña de azúcar para compensar los grados de alcohol.

Por su parte, el Consejo Regulador del Tequila advierte que no todas las tierras sembradas de agave son susceptibles para producir tequila, ya que desde 2016, el gobierno estatal y el organismo, diseñaron la marca registrada ARA, Agave Responsable Ambiental, donde delimitaron amplias superficies que son las únicas aptas para la producción.

La certificación utilizó planos de la Comisión Nacional Forestal, para que los productores registren su plantación en el consejo, ésta pase por un filtro que determinará si es viable a partir de tratarse de un terreno libre de deforestación.

Sólo que en el afán de control, el Consejo Regulador del Tequila pasó por alto que es la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la que debe establecer los cambios de uso de suelo.Al definir zonas óptimas para la siembra de agave, el consejo asume atribuciones del gobierno federal que, dicho sea de paso, también está como el “Tío Lolo”.

Pero el afán regulador del consejo tiene sus matices. Por ejemplo, ha sido omiso en la supervisión y denuncia ante las autoridades, de la generación indiscriminada de vinazas de la industria y su deposición final.

Por cada litro de tequila que se produce, se estima que se originan al menos 14 litros de vinazas. Si cada año hay 500 millones de litros de tequila, esto quiere decir que habría siete mil millones de litros de vinazas y en Jalisco, apenas se conoce de tres plantas tratadoras de este tipo de residuos, cuya eficiencia es puesta en duda y además no podrían absorber todo este volumen.

En teoría, cada destiladora debe tratar sus vinazas, pero en la realidad millones de litros son enviados a ríos, lagunas y el subsuelo, con la consiguiente contaminación que genera mortandad de peces y destruye la calidad de los suelos.

Además, las grandes tequileras utilizan pozos de agua sin concesiones de por medio o quienes las tramitan, lo hacen para uso agrícola y no industrial.

Un ejemplo es el título 842259, para uso agrícola, por 160 mil metros cúbicos anuales otorgado a Sauza o el 08JAL151163/12EMOC11, para servicios, por 100 mil metros cúbicos anuales para Destiladora Rubio.

Lo invito a que me lea, escuche y vea en www.paraleloveinte.com

martinezmcarlos@hotmail.com

*Columna publicada en Milenio: https://amp.milenio.com/opinion/carlos-martinez-macias/sin-pedir-audiencia/tequila-y-el-consejo-desregularizador


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