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la mujer que sepulto dos veces a su hijo identificacion cuerpo
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Entre las numerosas historias de ineficiencia y horror que acumula el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), figura el caso de una mujer que fue sometida al dolor de sepultar dos veces a su hijo por un terrible error del organismo.

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En el mes de abril de 2018, la señora Rosa Tapia Navarro, recibió una llamada del sitio del que nadie desea recibir alguna comunicación. Le dijeron que tenía que acudir al Servicio Médico Forense a una diligencia.

Ya en el sitio y con la frialdad acostumbrada, le notificaron que su hijo había fallecido y era necesario proceder a la identificación del cuerpo.

Tras el severo golpe de tal noticia y una vez repuesta del impacto, pasó al doloroso trance de la identificación, lo que sucedió plenamente debido a los tatuajes y otros rasgos corporales.

Una vez cubierto los requisitos legales de acta de nacimiento, fotografías, identificaciones y esperar la autopsia de rigor, le fue entregado el cadáver para continuar con el trámite funerario, el velorio y la sepultura.

Rosa, todavía con el sinsabor de la pérdida y el desconsuelo, decide regresar a Estados Unidos en donde ahora residía.

No obstante, como una macabra película de terror, en junio de 2024, más de seis años después de haber enterrado a su hijo, Rosa Tapia Navarro, recibe nuevamente una extraña llamada desde Guadalajara.

Se identifican como personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Dr. Mario Rivas Souza y le piden que con urgencia acuda a las instalaciones del organismo. Sin mayor detalle o explicaciones.

Viajó desde Estados Unidos a Guadalajara para presentarse otra vez en el instituto sumida en una gran incertidumbre puesto que no tenía idea de qué se trataba.

En el lugar, fue recibida por el contralor, quien le dio la extraña noticia de que habían encontrado a su hijo y más insólito aún, que el cuerpo que sepultó seis años atrás, no era su familiar.

El impacto para la mujer fue brutal. Después de pasar por la tragedia de haberlo reconocido, el funeral y la sepultura, seis años después le revelan que aquel cuerpo que lloró y dio cristiana sepultura, en realidad era un extraño.

El 14 de junio de 2024, le mencionaron que para hacer la entrega del verdadero cadáver de su familiar, era necesario exhumar el primer cuerpo.

Pero las autoridades del Servicio Médico Forense, no le permitieron revisar ni ver fotografías del que consideraban el auténtico hijo de Rosa.

Después de aquel singular encuentro, la mujer no volvió a tener contacto con los funcionarios del IJCF que en los primeros días tuvieron muchas atenciones con ella al menos vía telefónica.

Aunque el propio director Gustavo Quezada prometió que se iba resolver pronto el enredado caso, esto no fue así y Rosa comenzó a padecer periodos de insomnio, depresión y ansiedad, debido a que no tenía respuesta. 

Ni el director aceptó atenderla después de varios intentos por reunirse con él.

Casi tres meses después de tomar las muestras de ADN, el 12 de septiembre de 2024, le informan a Rosa Tapia Navarro que los resultados de genética fueron negativos y que el segundo cuerpo analizado no era su hijo.

Para sorpresa de la mujer, simplemente le notificaron que el verdadero cuerpo de su familiar, era el que había sepultado seis años atrás y que le habían obligado a exhumar por una equivocación.

El contralor, le expuso que fue un malentendido y que una bolsa empleada para guardar los cuerpos, tenía la información de su hijo y en una auditoría, pidieron contactarla ante la sospecha de un error en la entrega de cuerpos (práctica común en el organismo).

Le prometieron que el instituto se haría cargo de los gastos de exhumación, incineración y funerarios, lo que nunca sucedió.

El 15 de noviembre de 2024, por medio de un dictamen que nunca vio, la mujer recibió por segunda ocasión el cuerpo de su hijo por parte del SEMEFO, para proceder a sepultarlo como ya lo había hecho en 2018 y volver a repetir el duelo, dolor y ahora indignación propiciada por un organismo que se niega a reconocer la crisis que padece.

(Lo invito a que me lea, escuche y vea en www.paraleloveinte.com).

martinezmcarlos@hotmail.com

*Columna publicada en: https://www.milenio.com/opinion/carlos-martinez-macias/sin-pedir-audiencia/la-mujer-que-sepulto-dos-veces-a-su-hijo


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