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Movimiento Ciudadano: La sensibilidad de “elefante” de sus gobernantes*

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“Camuflajeados” con el discurso de la “ciudadanía” como candidatos, los gobernantes del partido Movimiento Ciudadano se han caracterizado por su insensibilidad, desde el poder, ante la desgracia de aquellos a los que les prometieron mejorar sus condiciones de vida mediante el ejercicio de un buen gobierno.

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No importa cómo se llamen, si Samueles -presumiendo los cientos de zapatos que tiene en su clóset su pequeña hija-, Enriques o Jesús Pablos. Eso es lo de menos, pero el molde es el mismo, porque para ellos lo principal es el “relumbrón” que puedan presumir a través de las redes sociales.

En nuestra entrega de ayer referimos el pésimo “timing” de quien prefirió salir de Jalisco para celebrar su cumpleaños antes que atender las necesidades y resolver los problemas que las graves inundaciones, provocadas por las torrenciales aguas, sufren aquellas familias a las que gobernó durante casi nueve años en Zapopan y Guadalajara.

No le importó que el temporal haya cobrado ya la vida de diez personas, entre ellas una bebé. En fín, él sólo está para celebrar homenajes, organizar festejos y aparecer en todas esas frivolidades que gusta compartir en sus redes sociales.

Y mientras uno se iba -no sabemos si se pusieron de acuerdo- otro llegaba.

Ayer el ex gobernador Enrique Alfaro Ramírez publicó en su cuenta de Facebook una fotografía en la que aparece con su familia compartiendo que estaba “echándome un menudo con Chito”. Y presumiendo: “Felicidad plena”, dos palabras que a muchos le sonaron a burla ante la desgracia que viven quienes alguna vez fueron sus gobernados en Guadalajara y en el estado, a los que al inicio de su gestión les prometió que les resolvería el eterno problema de las inundaciones y de las que se ufanó que sus antecesores no habían tenido la voluntad para hacerlo.

El tiempo lo “encueró” y evidenció que él tampoco nunca la tuvo. Ejemplo de ello, podemos decir que toda la zona metropolitana, pero subrayemos sólo dos: el parque Quintanar, antes Solidaridad, y la zona del parque San Rafael.

Pero ahí está también otra herencia que dejó: el Caso Teuchitlán, concretamente el rancho Izaguirre que quedó bajo la custodia de su Fiscalía General del Estado y en el que madres buscadoras lo encontraron convertido en un centro de reclutamiento, entrenamiento y “exterminio” del crimen organizado, y del cual ni él ni nadie que formó parte de su gobierno ha salido a dar la cara.

Y qué decir del desastre que dejó en el SIAPA, tanto en su administración como en el abasto del vital líquido, que hoy aún muchas familias reciben “a cuenta gotas” o de pésima calidad.

Y podemos seguir enumerando ejemplos -los desaparecidos, verbigracia-, pero nos faltaría espacio.

Por supuesto que nuestros gobernantes pueden hacer en su vida privada e íntima lo que les dé su reverenda gana, sin importar si festejan o no su cumpleaños, si comen menudo o tortas ahogadas, como tampoco con quién lo hagan.

Pero que menosprecien el dolor ajeno en momentos en donde se necesita tener sensibilidad y, lo más importante, inteligencia, es una verdadera burla para todos y cada uno de los jaliscienses que sufrieron y sufren por sus decisiones mal tomadas y sus acciones pésimamente realizadas.

Lo decíamos ayer: Que el gobernante prefiera irse de “pachanga” a quién sabe dónde mientras gran parte de la ciudad, literalmente, se hunde, se viene abajo, y la arrastran los fuertes ríos que corren en donde deberían de estar circulando los vehículos, por un lado; y que, por el otro, el causante de los muchos problemas que hoy padecen los jaliscienses y que nunca quiso resolver, llegue, eche en cara y presuma que goza de “felicidad plena”, mientras miles de desgraciados han perdido a un familiar o sus pertenencias, es muestra de que tienen la sensibilidad de un elefante, con perdón de los elefantes.

Pero esa es la característica de los gobernantes emecistas y los hechos hablan, no son suposiciones o inventos. El tiempo, tarde o temprano, saca a flote el verdadero rostro de quienes en campaña se “vendieron” como “ciudadanos”.

Ya ayer el senador Clemente Castañeda se los dijo a sus correligionarios: “Ser oposición es relativamente fácil: retar al poder y criticar al poder. Pero es mucho más difícil ser alternativa…”. Movimiento Ciudadano no fue, se convirtió en gobierno, pero le falló y le ha fallado a los jaliscienses.

Y si no, al tiempo…

*Columna publicada en: https://marcatextos.com/mc-la-sensibilidad-de-elefante-de-sus-gobernantes


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