Miedo, frustración, desinterés, culpa, irritabilidad, aislamiento social, falta de concentración, trastorno del apetito, cansancio e incluso ideas suicidas son algunos de los muchos pensamientos con los que una persona con depresión tiene que enfrentarse en su vida diaria.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que implica un sentimiento persistente de tristeza y pérdida del interés para realizar distintas actividades, incluso para conservar o entablar alguna relación interpersonal.
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Según la Organización Mundial de la Salud una persona se suicida cada 40 segundos en el mundo a causa de la depresión. Padecer depresión aumenta 21 veces el riesgo de suicidio respecto a la población en general. Cifras alarmantes en un mundo sumergido en el estrés cotidiano.
Síntomas
- Dificultad para pensar o concentrase
- Tristeza
- Desinterés
- Perdida del deseo sexual
- Cambios en el apetito
- Perdida o aumento de peso
- Alteración del sueño (dormir demasiado o muy poco)
- Cansancio excesivo
- Sentimiento de inutilidad o culpa
- Frustración
- Pensamientos recurrentes sobre la muerte
- Pensamientos suicidas e incluso intento de suicidio.
Causas de la depresión
Distintos estudios clínicos arrojan que la depresión tiene como origen factores Biológicos (componentes genéticos, cambios hormonales, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina), factores psicosociales (exposición a situaciones estresantes en la vida laboral, afectiva, o de relación), y en algunos casos la depresión se asocia a enfermedades orgánicas como el Parkinson.
Diagnóstico y Tratamiento
Ante los primeros síntomas (o incluso a la primera señal de ellos) se recomienda acudir con un profesional de la salud mental (psicólogo y/o psiquiatra) para valorar el tipo de tratamiento que se requiera según la gravedad de paciente.
Entre los tratamientos para enfrentar la depresión se encuentra la psicoterapia y la medicación antidepresiva. La primera es una técnica mediante la cual el paciente aprende nuevas estrategias de afrontamiento y gana introspección para sentirse mejor y prevenir futuras crisis. Este tipo de tratamiento puede ser impartido por psicólogos o psiquiatras, siempre y cuando se encuentren certificados en esta técnica.
En relación a la medicación antidepresiva, esta se emplea solo en casos severos y siempre bajo prescripción y vigilancia médica.
No estás solo
Tener depresión es tener una enfermedad, y como tal debe ser tratada. La depresión no es cuestión de carácter, debilidad, o voluntad. Si en algún momento tu o alguien cercano a ti se encuentra ante una crisis depresiva y no sabes cómo reaccionar puedes comunicarte al 800 911 2000 Línea de la Salud, donde un experto en salud mental podrá brindarles los primeros auxilios psicológicos.
La depresión no se supera “echándole ganas”, la depresión es una enfermedad grave que demanda de todos la empatía y solidaridad con quien la padece.