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guerra del aguaGuerra por el agua entre Jalisco y Guanajuato
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Finalmente la ciudad de León, Guanajuato, tendrá su acueducto; para compensar la cancelación del que iba a construir la empresa española Abengoa, desde la presa El Zapotillo, el gobierno federal autorizó una importante inversión para llevar agua a la ciudad leonesa.

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Se trata de una obra de 197 kilómetros que llevará 3.8 metros cúbicos por segundo de agua de la presa Solís, para abastecer a las poblaciones de Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León, para lo cual fueron aprobados más de 15 mil millones de pesos.

De acuerdo con el proyecto denominado “Acueducto Presa Solís-León”, además de la obra de toma, se incluye una planta de bombeo, una línea de bombeo, planta potabilizadora y cinco tanques de entrega; el de León con 50 mil metros cúbicos y cuatro tanques adicionales para el resto de los municipios con 65 mil metros cúbicos conjuntos de capacidad.

Será concluido en 2028, tendrá una vida útil de 30 años y beneficiará a 1.8 millones de habitantes de León y 3.5 millones de habitantes en general en los cinco municipios.

Sin embargo, el anuncio de la construcción del acueducto de la presa Solís para la ciudad guanajuatense para reponer los 120 millones de metros cúbicos de agua que iba a recibir de El Zapotillo, ha despertado numerosas suspicacias.

El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha levantado la voz para exigir una explicación técnica que acredite que la operación de esta obra no afectará los volúmenes de agua que debe recibir el lago de Chapala como parte de la cuenca del río Lerma que le da vida.

guerra del agua
Guerra del agua y las gallinas de arriba

Pero la polémica reciente no hace más que repetir el debate registrado en 2003 cuando ocurrió la llamada “guerra del agua” entre Guanajuato y Jalisco. La cuenca Lerma-Chapala vivió un período de extrema sequía que se prolongó entre 1993 y 2003, lo que avivó el eterno conflicto entre productores agrícolas de Guanajuato y usuarios urbanos de Jalisco.

Agricultores del distrito 011 cerraron compuertas de la presa Solís que alimentaba represas y al río Lerma, para impedir que llegara el líquido al lago de Chapala, lo que originó una agria disputa con el gobierno de Jalisco encabezado por Francisco Ramírez Acuña.

En 2003 el mandatario jalisciense acordó con el gobierno de Guanajuato y con mediación de la Comisión Nacional del Agua (CNA), enviar agua de la cuenca del río Verde a través de la construcción de una presa en San Nicolás, en Jalostotitlán y por medio de un acueducto de 100 kilómetros hasta León. Luego el agua llegaría a Chapala a través del río Turbio.

Pero al negarse los habitantes de San Nicolás el proyecto se vino abajo y la opción terminó siendo El Zapotillo, en una historia de sobra conocida.

La cuenca Lerma-Chapala abarca cinco entidades y riega unas 700 mil hectáreas. El 80 por ciento de Guanajuato es impactado por la cuenca y el distrito de riego 011 cuenta con más de 25 mil usuarios que demandan anualmente 700 millones de metros cúbicos para sus sembradíos, mientras que Guadalajara tiene asignados 240 millones de metros cúbicos para su abasto.

Especialistas consultados por quien esto escribe, coincidieron en que el acueducto de la presa Solís, por supuesto que afectará los volúmenes que llegan al lago de Chapala, sobre todo tomando en cuenta los erráticos temporales que se viven.

Advierten que, en el fondo, es la mala gestión del agua de la CNA la que ocasiona que la cuenca esté contaminada, sin supervisión y plagada de irregularidades, pese a las decenas de herramientas creadas supuestamente para su administración.

Y la disputa hoy por el acueducto de Solís, lleva a una paradoja. En el pasado combate por la “guerra del agua”, productores agrícolas esgrimían su derecho por encima del uso público urbano; ahora, Guanajuato reclama el agua para abastecer a cinco municipios sedientos.

Para los episodios que vienen, será inevitable recordar la frase del entonces diputado local guanajuatense del PRD, José Luis Nieto Montoya, quien advirtió en 2003 a los jaliscienses que recuerden que “las gallinas de arriba zurran a las de abajo”.

(Lo invito a que me lea, escuche y vea en www.paraleloveinte.com).

[email protected]

*Columna publicada en: https://www.milenio.com/opinion/carlos-martinez-macias/sin-pedir-audiencia/guerra-del-agua-y-las-gallinas-de-arriba


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