“El día de hoy he decidido dar por terminada mi militancia en el PRI. Después de varios años de haberme alejado de actividades públicas y partidistas, he decidido retornar a mi origen ciudadano…”. Este fue parte del mensaje que por video compartió en sus redes sociales el ex senador Arturo Zamora Jiménez, en el que además nos dice compartir un texto de casi dos cuartillas en las que abunda sobre su decisión, y en cuyos dos últimos párrafos dice:
“En congruencia, con franco agradecimiento y el debido respeto, es que por este medio renuncio a formar parte del Partido revolucionario Institucional, con la certeza de haber retribuido leal, afanosa y profesionalmente a las oportunidades que me permitieron ejercer mi libertad política, conservando de mi parte el valor de la amistad y de las coincidencias democráticas con tantos compañeras y compañeros.
“(…) la ciudadanía de Jalisco y México requieren lo mejor de nosotros. Es momento de entregarlo sin reserva alguna”.
Por su conocimiento como jurista y asesor de diversas organizaciones del sector privado, Zamora Jiménez fue considerado en su momento como el “Ignacio Burgoa” de Jalisco.
Hasta que en 2006 decidió dar el paso que muchos esperaban, pero se resistía, de ingresar a la política partidista, y fue así que en 2003 fue candidato del PRI y presidente municipal de Zapopan, cargo del que solicitó licencia para ser candidato a la gubernatura.
Posteriormente fue diputado federal, luego senador, secretario general de Gobierno durante el mandato de Aristóteles Sandoval; secretario de Acción Electoral del CEN del PRI, con Manlio Fabio Beltrones en la dirigencia; secretario de Organización, en el mandato de Enrique Ochoa; secretario general del Comité Nacional, en la presidencia de Claudia Ruiz Massieu; y al mismo tiempo dirigente nacional del sector popular, Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).
Después de esto, se retiró de la vida pública y se concentró en su actividad profesional como notario y, lo cuenta él mismo, se concentró a organizar su enorme biblioteca.
No hace mucho abrió su cuenta en redes sociales, y ayer, en una fecha particular, 21 de marzo, aniversario del natalicio de Benito Juárez, dio a conocer su renuncia como militante del PRI, pero en ese mensaje se interpretaron señales de cuál podría ser su futuro próximo, porque finalmente ni en el video ni en el texto compartido, revela que se retira de la actividad política pública.
En el último párrafo parece confirmarlo cuando dice: “La ciudadanía de Jalisco y México requiere lo mejor de nosotros. Es momento de entregarlo sin reserva”. O sea, no tendrá reserva alguna para continuar en activo.
Por un lado, no fueron pocos los que le auguran que será candidato a algún cargo de elección popular por Morena, principalmente luego de aparecer en una fotografía de grupo, portando una chamarra morada, acompañando al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, de quien fue compañero en la Cámara de Diputados y posteriormente coincidieron como senadores.
Sin embargo, se asegura que esa invitación a Zamora fue solamente por eso, porque fue compañero como legislador de López Hernández, nada más.
Por el otro, el referir que retorna a su “origen ciudadano”, la lectura que se le dio es que seguramente lo veremos con la casaca naranja de Movimiento Ciudadano, de ahí eso de su “origen ciudadano”.
Obviamente la pregunta inmediata es: ¿candidato a qué? Las respuestas hasta ahora que se manejan son: candidato a la presidencia municipal de Zapopan o candidato plurinominal al Congreso del Estado. Hay quienes aseguran que lo primero sería lo más cercano a la realidad.
Recuérdese también las especulaciones que generó aquella fotografía donde Zamora aparece con el gobernador Enrique Alfaro en Casa Jalisco, aunque se asegura que aquella visita obedeció realmente a un asunto muy personal del ahora ex priista.
Por lo pronto, como dice el encabezado de este texto, una cosa es segura: Arturo Zamora dejó de ser priista para retornar a su origen “Ciudadano”. Así, con mayúscula y entrecomillado. El que entendió, entendió.
Y si no, al tiempo…