La relación y la influencia de la Universidad de California con la de Guadalajara (UdeG), data de su creación por Guadalupe Zuno en 1925. Estuvo en el evento formal junto con la Universidad de Salamanca España y la Universidad Nacional de México.
Además, universitarios locales han llevado excelente relación con la de California, digamos la colaboración de personajes locales como José Cornejo Franco, con historiadores de los campus de la universidad norteamericana, en el rescate y edición de libros como el Volumen II de la Crónica Miscelánea de Xalisco de Fray Antonio Tello.
La red
Desde el momento en que Raúl Padilla asumió la rectoría de la UdeG, manifestó el propósito de construir una red de campus, paralela a la de la California que ostenta el reconocimiento de ser “La mejor universidad pública del mundo”.
Sin embargo, conforme avanzó el tiempo fue modificando el objetivo de los campus, que originalmente era de impulsar el desarrollo de Jalisco y brindar oportunidades a los jóvenes de las zonas suburbanas, hasta convertirlos en campos de reclutamiento político.
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El proyecto se contaminó de los intereses electorales, que se canalizaron al Partido de la Revolución Democrática, que necesitaba enriquecerse de mano de obra juvenil, para impulsar las ambiciones políticas de Padilla y de la corriente que lo acompañaba.
Así la red que en California fue creada para aprovechar las condiciones sociales, económicas y geográficas de las regiones y para impulsar proyectos de investigación tecnológica, con asociación en algunos casos con instituciones del gobierno federal norteamericano.
En Jalisco acabó por convertirse en botín electoral de las zonas estratégicas y de crecimiento poblacional.
Si lo anterior se suma a las distorsiones que se generaron desde el rectorado de José Parres Arias, de populismo y dispersión de la calidad de la academia, lo que afectó la calidad de educación.
Aquí el caso no fue distinto, aumento la matrícula de alumnos y de profesores, pero no la calidad de la educación, ni los proyectos de investigación, condicionados unos y otros a los intereses electorales en turno.
Proyecto empantanado
Por otra parte, el reajuste de carreras de la UdeG ha quedado como proyecto empantanado, continuando con la plantilla tradicional de carreras de la década de los 50’s, sin adecuarse a las necesidades de una nueva época, de crecimiento poblacional y de desarrollo tecnológico e industrial.
Eso ha frenado la detonación del potencial de personas y regiones y no ha permitido aprovechar una institución educativa de trascendencia, como tampoco la capacidad de las nuevas generaciones.
Ahí está ahora la Universidad, así la dejó Padilla, así se disponen a negociar con el gobierno del estado y con el federal, sin propuesta de cambio, de mejora académica, sin un proyecto social definido.
La academia, la investigación y por consecuencia el futuro social y económico de Jalisco, pasan a segundo plano.
Pensando en intereses individuales y de grupo, para mantener el control de una fuente de ingresos para promoción personal, electoral y de sus facciones, sin proyecto social y lo que es más grave, sin tener contrapeso en los gobiernos federal y estatal.
Su visión de futuro es apropiarse de los precarios recursos de la UdeG para fines personales, hasta ahí los lleva la búsqueda de alianzas tribales.