El canciller, Marcelo Ebrard puso sus cartas sobre la mesa. Cobijado por su equipo cercano y seguidores, ayer anunció su renuncia a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a partir del próximo 12 de junio para andar su vereda en busca de la candidatura presidencial de Morena.
No hay duda de que, Ebrard Casaubon cuenta con un amplio respaldo en las filas del partido y allende de ese instituto político.
La pregunta que debe contestarse es si ese apoyo es suficiente para alcanzar su objetivo o necesita el espaldarazo del inquilino de Palacio Nacional.
Los escenarios
Me parece que la estrategia del exjefe de Gobierno de la Ciudad de México traza varios escenarios. Por un lado, presionar para que Claudia Sheinbaum haga lo mismo que él y se aparte de la jefatura de gobierno capitalino.
Adán Augusto, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández y Manuel Velasco apenas tendrán una presencia testimonial en el proceso morenista, así que si dejan o no sus puestos resulta intrascendente.
Además, la renuncia a la SRE le permite a Marcelo la movilización ¿privada? con total libertad por todo el país sin incurrir en violaciones a la ley electoral.
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Otro aspecto importante, es el madruguete a Morena antes de su Consejo Nacional para que tomen en cuanta su propuesta para la elección del abanderado presidencial.
Es un hecho, que Ebrard no es el preferido de Palacio Nacional ni tampoco el puntero en las encuestas.
En contraparte, Claudia cuenta no solamente con mayores preferencias ciudadanas, sino con el respaldo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien ha dicho que no cargará la balanza hacia ningún lado, lo que podemos leer como que cargará la balanza a favor de la jefa capitalina.
Hablar en estos momentos de un eventual rompimiento de la unidad morenista por la acción de Ebrard o el apoyo que recibe Claudia, me parece prematuro, incluso un poco aventurado.
Sigo pensando que todas las corcholatas tendrían cabida en el siguiente sexenio y que ganarían más permaneciendo en el barco moreno que brincando a las inestables aguas de la oposición, y digo aguas, porque hoy por hoy la oposición no parece tener ni una barcaza para zarpar en pos de la presidencia de la República.
Ya veremos hasta dónde estiran la liga los tiradores a la grande y qué están dispuestos a negociar a cambio de ir dejando el camino libre a la que hoy por hoy parece la más firme candidata a quedarse con la nominación presidencial morenista.
Al tiempo.
Profesor del Tec de Monterrey
@contodoytriques