En 1992 cuando el Sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio propuso la creación de Tent City, “una cárcel sin cuartos, solo con casas de campaña” para las personas migrantes que hubiesen cometido algún delito no grave, y que luego de su paso por la prisión fuesen deportados, pensábamos haber llegado al límite en las políticas de violación a los derechos humanos de los migrantes en la Unión Americana.
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La distorsión de la seguridad pública
La prisión de Tent City, en el complejo carcelario de La Estrella, en Phoenix, Arizona era el orgullo de Joe Arpaio y de los supremacistas estadunidenses.
Actualmente el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) tiene detenidas a 59 mil personas en diversos centros de internamiento.
Se trata de la cifra de arrestos de personas “indocumentadas” más alta en la historia de la agencia desde que se registran este tipo de aprehensiones.
Al inicio de junio el ICE realizaba alrededor de 6 mil aprehensiones semanales, al finalizar el mes promediaron mil 200 arrestos al día, cifra que duplica las 660 diarias de los primeros 100 días de gobierno de Donald Trump.
Dos tercios de los detenidos no tienen historial de violaciones a la ley a pesar de la repetida acusación del jefe de la Oficina Oval.
De cara al incremento de las aprehensiones de migrantes, el gobierno estadunidense, por iniciativa del fiscal general de Florida, Jeremy Uthmeier, construyó un nuevo centro de detención denominado Alligator Alcatraz en el corazón de los pantanos del humedal Everglades, en Florida.
La prisión, aislada y rodeada de caimanes, cocodrilos, serpientes y panteras de Florida, emplazada en el antiguo aeropuerto Dade-Colliert, situado al oeste de Miami, tendrá una capacidad para albergar 5 mil camas, aunque en las primeras semanas solo recibirá alrededor de mil migrantes.
Donald Trump inauguró el centro de reclusión el pasado martes, lo que vendrá a reforzar su justificación para detener y deportar miles de “migrantes peligrosos que dañan a la sociedad estadunidense”.
Como en los tiempos de Ten City, las autoridades aseguran que el centro será eficiente y de bajo costo. Estará equipado solo con carpas y rejas, y serán los miembros de la Guardia Nacional de Florida los encargados de su operación.
El costo total de la instalación será de aproximadamente 245 dólares por cama por día. En principio el gasto lo asumirá el gobierno estatal que a su vez presentará la solicitud de reembolso a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El Alligator Alcatraz y los discursos sobre la seguridad que brindará, así como la criminalización hacia los migrantes realizada sistemáticamente por Donad Trump, enseñan de cuerpo entero el desprecio y no reconocimiento que el republicano y una parte de la sociedad estadunidense muestran hacia los migrantes.
Incluso, antes de salir de Washington rumbo a la Florida, el presidente Trump bromeó ante la prensa: “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si se escapan de la prisión. No corran en línea recta. Corran así”, dijo mientras movía la mano en forma de zigzag, “¿Y saben qué? sus probabilidades aumentan alrededor de un 1%”.
El DHS también hizo referencia en redes sociales a la presencia de reptiles en las proximidades de la cárcel, y publicó en X una foto de varios caimanes con gorras del ICE a las afueras de lo que parecía una prisión.
No deja de llamar la atención que los reclamos por la nueva prisión para migrantes de algunos grupos de la sociedad no sean por las condiciones en las que estarán detenidos los “indocumentados”, ni por los peligros que puedan correr mientras están en Alligator Alcatraz, sino por los daños ambientales que ocasionará la nueva prisión para migrantes.
A no dudar, las políticas antimigrantes de Donald Trump siguen sorprendiendo a propios y extraños.
Profesor del Tecnológico de Monterrey
@contodoytriques