Sin percatarse de lo absurdo como es percibido el hecho, la Comisión Estatal de Búsqueda de Jalisco anunció, mediante un comunicado, el despliegue de un operativo para buscar a los hermanos Camarena, desaparecidos hace cuatro años y seis meses.
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El documento, enviado por las vías oficiales del gobierno estatal, refiere que personal de esa comisión “realizaron un operativo de búsqueda individualizada en diversos puntos del municipio de Ocotlán, con la finalidad de obtener datos que lleven a dar con el paradero de los hermanos Camarena, reportados como
desaparecidos en el año 2019”.
Señalan que se realizó un “Plan de Prospección” para la búsqueda de los hermanos José de Jesús, Ernesto, Tonatiuh y Osvaldo Javier Camarena, en diferentes puntos y polígonos de los municipios de Ocotlán y Poncitlán.
Además de señalar que los familiares de los desaparecidos colaboraron en las tareas “garantizando el principio de participación conjunta”, realizaron las acciones con la ayuda de drones, georadar, detectores de metal y diversas herramientas (sic) en campo abierto.
Como parte de las labores, informan que distribuyeron boletines de búsqueda con la información de los hermanos y levantaron entrevistas con los pobladores para obtener datos para dar con su paradero.
Los hermanos José de Jesús, Ernesto, Tonatiuh y Osvaldo Javier Camarena, desaparecieron el 19 de diciembre de 2019, fueron vistos por última vez en la calle Terranova en Ocotlán, donde fueron interceptados por elementos de la policía municipal.
Por esta causa, se abrió una investigación contra cinco agentes bajo el cargo de desaparición forzada y dos de estos policías, Mario Ricardo O y Alfonso A, fueron encontrados culpables y sentenciados a 102 años de prisión; los otros tres, permanecen prófugos.
El seis de enero de 2021, el Comité Contra las Desapariciones Forzadas de la ONU, dictó “acciones urgentes”, para que el Estado Mexicano, estableciera de manera inmediata, una estrategia integral que incluya un plan de acción y un cronograma para la búsqueda exhaustiva de los desaparecidos.
También menciona que se aseguren dos aspectos de la estrategia: que sea evaluada periódicamente y que se determinen acciones de manera integrada, eficiente y coordinada.
Pide además un informe de la fiscalía, que explique por qué se tardaron un mes para comenzar a investigar; los retrasos en las órdenes de aprehensión; que los familiares participen en la búsqueda; que adopten medidas cautelares y de protección para éstos y que garanticen las acciones para que la familia tenga acceso a alimentación, vivienda, salud, educación y una vida digna.
La resolución del comité dio en ese tiempo como plazo el seis de febrero de 2021 para cumplir con estas peticiones.
En abril de 2021, fueron detenidos dos de los policías involucrados en la desaparición de los hermanos Camarena, quienes ahora laboraban como elementos de seguridad en Jalostotitlán. El 24 de enero de 2024, fueron sentenciados a 102 años de prisión, pero nunca revelaron el paradero de jóvenes.
Con tres de los policías responsables del delito sin ser detenidos, a tres años de las medidas cautelares “urgentes” dictadas por la ONU y a casi cuatro años y seis meses de su desaparición, se antoja hasta una burla que las autoridades difundan el despliegue con drones y georadar de las acciones de búsqueda en el sitio de la desaparición.
Guardadas las proporciones, se parece al caso de tres italianos desaparecidos en 2018 en el sur de Jalisco, cuando las comisiones de búsqueda difundieron boletines y fotografías de labores de rastreo en la sierra, acompañados de perros, para buscarlos dos años y cinco meses después de su desaparición.
La “rapidez” con la que actúan las fiscalías y las comisiones de búsqueda, parecen episodios de ciencia ficción donde se viaja en el tiempo. Por eso Jalisco encabeza los casos de desaparecidos en México.
(Lo invito a que me lea, escuche y vea en www.paraleloveinte.com).