En su más reciente declaración sobre permanecer al frente del Gobierno de Jalisco y su separación de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro abre una puerta a una dimensión nueva y de potenciales efectos inesperados.
En principio, se puede pensar que el efecto sobre los grandes bloques que buscan la Presidencia de la República es marginal, por la insistencia del líder de Movimiento Ciudadano (MC) Dante Delgado de permanecer ajeno a las precandidaturas de ambas fuerzas.
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Procesos locales
En lo que se refiere a los procesos locales, aparece un verdadero terremoto de efectos variados y complejos, empezando por la creación hasta este momento visible, de una lucha entre tres fuerzas, que pudieran ser las candidaturas, de Morena, de MC y del Partido Acción Nacional que al parecer serían propuestas de Enrique Alfaro.
De esa visión elemental se desprende que por ejemplo el partido más fuerte es Morena, mismo que competiría con un candidato débil para gobernador y un grupo de desconocidos que participarían en los municipios y en candidaturas para diputados locales.
De ello se desprende que el resultado de obtener el triunfo sería de un gobierno no sólo débil de apoyo social, sino que estaría con varios municipios de oposición con alta dificultad para negociar y lo más complejo administrar la crisis de gobierno con un Congreso sin mayoría.
Para el caso de MC, con la salida de Enrique Alfaro y su equipo se queda prácticamente sin estructura, sería el candidato natural Pablo Lemus para gobernador a quien seguramente acompañaría en la reelección de Zapopan Juan José Frangie y que significan ambos municipios algo así como el 40% del electorado.
Tendría MC el mismo o parecido problema que Morena, dos candidatos de fuerza aceptable, pero sin candidatos para cuando menos otros ocho municipios importantes.
Además de la ausencia de liderazgos para buscar la mayoría en el Congreso del Estado, con la consecuente dificultad para administrar un estado de coyuntura difícil.
El tercer caso, el del equipo de Enrique Alfaro, que por la señales percibidas al momento, crearían una candidatura al Gobierno del Estado con Clemente Castañeda.
También tendrán un severo problema para integrar una plantilla completa para las administraciones municipales y para las candidaturas a diputaciones, debido de manera elemental al desgaste que sufren sus cuadros.
No obstante, de acuerdo con la visión de observadores externos, mantienen una estructura tradicional de carácter electoral que les otorgaría alguna ventaja.
Por las declaraciones de Alfaro se percibe que podrían llegar a un acuerdo con Acción Nacional o con el Frente Nacional en que se integra ese partido.
Aún en el remoto caso que las tres propuestas fueran de buena fe en busca de resolver la compleja problemática de Jalisco, sería sumamente difícil, por el estado de confrontación que dejaría la lucha entre las tres fuerzas, que evitaría acuerdos para reformas profundas, legales y constitucionales, para mejorar la Seguridad Pública y el Estado de Derecho, por ejemplo, además de enfrentar la severa crisis financiera en que lo dejará el actual gobierno.