Más que un ingrediente básico en la mesa mexicana, el aguacate puede ser un gran aliado para mantener el corazón fuerte y saludable. Este fruto, presente en tacos, guacamole, ensaladas o sobre una tortilla calientita, ofrece beneficios respaldados por la ciencia.
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De acuerdo con investigaciones recientes, consumir al menos dos porciones de aguacate a la semana puede reducir hasta en 16% el riesgo de enfermedad cardiovascular y en 21% las probabilidades de padecer enfermedad coronaria. Es decir, incluirlo con frecuencia en la dieta puede marcar una diferencia significativa en la salud a largo plazo.
El aguacate es rico en grasas saludables, principalmente ácido oleico —el mismo que contiene el aceite de oliva—, las cuales ayudan a disminuir el colesterol “malo” (LDL) y aumentar el “bueno” (HDL). Además, aporta fibra, potasio, magnesio y folatos, nutrientes que contribuyen a regular la presión arterial y favorecen el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
Adoptar el hábito de incluir más aguacate en las comidas puede generar sensación de saciedad y reducir el consumo de ingredientes menos saludables. Sustituir alimentos como mantequilla, margarina, quesos grasosos o carnes procesadas por aguacate disminuye entre 16% y 22% el riesgo de enfermedades del corazón. Un cambio tan simple como reemplazar el pan con mantequilla por pan con aguacate puede tener un impacto positivo y duradero en la salud.
Los especialistas en nutrición destacan que no se trata de eliminar alimentos, sino de hacer sustituciones inteligentes. Incluir aguacate en el desayuno, las ensaladas o como snack a media tarde no solo es delicioso, también representa un aporte importante para el bienestar cardiovascular.
Aunque el aguacate ofrece múltiples beneficios, los expertos recuerdan que ningún alimento por sí solo es suficiente. Su efecto se potencia cuando forma parte de una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, leguminosas, cereales integrales y proteínas magras. De hecho, patrones alimenticios reconocidos por su impacto positivo en la salud del corazón, como la dieta mediterránea o la dieta DASH, incluyen al aguacate entre sus componentes.
Además de ser altamente nutritivo, el aguacate es un símbolo de la gastronomía mexicana. Puede disfrutarse en diversas preparaciones: en ensaladas, untado en pan integral o como parte del sándwich de los niños. Pequeños cambios como estos pueden marcar una gran diferencia en la salud de toda la familia.
La próxima vez que tengas aguacates en casa, recuerda que no es “solo un antojo”: es una decisión que puede ayudarte a mantener tu corazón fuerte y saludable. Porque, al final, los pequeños cambios son los que realmente cuentan.
