La confianza: Pilar de gobierno

Para construir un gobierno sólido, una administración eficiente y un futuro promisorio, es necesario trabajar con el apoyo de la sociedad y eso se logra únicamente con la confianza que genera un líder.

Para eso es necesario que la sociedad lo conozca por su vida que haya construido su imagen, la certeza que genera a través de una línea conductual en el tiempo, invariable.

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Que se le conozca por su familia, por su desempeño diario en su entorno, por su capital acumulado, explicable en el origen, que no haya un mínimo de sospecha.

Acompañan o soportan la confianza en un gobierno, la historia y el prestigio de quienes lo dirigen, que soporten en hechos y acciones sus decisiones, que sepan cómo actuar, esto es, lo que se proyecte hacer, debe estar soportado en un diagnóstico profesional.

¿Cómo lo haría?

Ganar la confianza implica un proyecto claro y metodológico, viable para el tiempo que se le proyecta y el presupuesto del que se dispone.

También cuenta que quien dirige los proyectos sea una persona reconocida por su profesionalismo, que no convierta en ocurrencias el proceso, en dispersión, derroche y apropiamiento de los recursos.

El proyecto en su viabilidad debe ser soportado en propuestas reales, serias, concretas, de otra manera acabará en discurso y retórica.

Los retos

Jalisco tiene enormes retos, el Estado de Derecho en que se soporta la justicia y la seguridad de las personas, es uno de los más grandes y complejos.

A detalle la justicia y seguridad deben integrar lo siguiente:

• Prevenir el delito al despresurizar las comunidades marginadas
• Policía debe disuadir los actos delictivos,
• Una real investigación
• Policías investigadoras debe perseguir el delito
• La procuración de justicia por las fiscalías,
• Administración de justicia en sus distintas ramas empezando por la penal
• Finalmente la rehabilitación de los infractores, desterrando las perversiones como los autogobiernos de los reclusorios.

Recursos naturales

Otro tema de enormes proporciones es la recuperación de los recursos naturales y el control de la contaminación de aguas, tierra y aire, que ha llevado entre otras cosas a tener en El Rio Santiago, uno de los ríos más contaminados del mundo.

Ni que decir del lago de Cajititlán convertido en fosa séptica por los intereses de los fraccionadores y la complicidad de los gobiernos.

La destrucción de la flora nativa por la apropiación de los bosques de maderas preciosas, por la delincuencia organizada como Cabo Corrientes, Manantlán o las selvas del Sur desde Ciudad Guzmán hasta Jilotlán de los Dolores y de personajes sin escrúpulos en la industrialización indiscriminada del aguacate y el agave.

Rediseñar el tipo de ciudades y el bienestar que deseamos brindar a los habitantes y sus familias, nos debe llevar a revisar el crecimiento monstruoso y anárquico de la Zona Metropolitana-

La falta de planeación ha traído destrucción de los recursos naturales, la desarticulación entre vivienda, transporte y trabajo, sobre todo de las personas de menos ingresos, lo que genera enorme desperdicio de horas de descanso y desatención de la familia para muchas personas.

También se debe recuperar del olvido a las poblaciones alejadas de la metrópoli.

Ni que decir del reencauzamiento de la educación, la recreación, la cultura o enfrentar el enorme endeudamiento del gobierno del Estado, que obliga a una rigurosa administración y aplicación de los recursos.

Un gobierno que busque recuperar el bienestar de los habitantes necesariamente deberá brindar certeza, apertura, firmeza y claridad de rumbo, de otra manera seguiremos en la simulación y la manipulación favoreciendo los grupos de interés a costa de la comunidad.