De nuevo se pone en marcha la ley SB4 que criminaliza a las personas migrantes en Estados Unidos, además de llevar a cabo un perfilamiento racial que atentan contra los derechos humanos para justificar su detención.
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En el estado de Texas donde desde diciembre pasado el gobernador, Greg Abbott firmó la Ley SB4 para otorgar facultades a las policías estatales para detener, procesar y deportar o encarcelar migrantes “sin papeles” que ingresen a su estado desde México.
O bien que sean detenidos en alguna redada (exceptuando escuelas, lugares de culto y hospitales) sin importar el tiempo de residencia que lleven en la Unión Americana.
Luego de esa firma se sucedieron en cascada demandas y contrademandas judiciales federales y estatales para mantenerla vigente.
Inicialmente la ley debía entrar en vigor el 5 de marzo pasado Hoy por hoy, la lucha legal continúa mientras los migrantes se esconden en los rincones de aquel estado para no ser deportados.
Al tiempo que no dejan de llamar la atención los vaivenes de la Corte Suprema que un día bloquea la ley y horas después reculan a su decisión. El tribunal federal había decidido 6 a 3 avalar la ley luego de dos suspensiones provisionales.
Como respuesta a ello, un tribunal de apelación dio un vuelco a la decisión de la Corte y suspendió la aplicación de la Ley. La votación en la Corte se entiende por la alineación ideológica de varios de los miembros con Donald Trump quien durante su presidencia nombró a varios de ellos.
Desde la Casa Blanca se argumenta que la Ley texana es violatoria de la Constitución y de las leyes federales de migración que facultan únicamente al gobierno federal en todo lo relacionado con el marco legal para atender el fenómeno migratorio.
En estos momentos el caso retornará a un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans, en la que los argumentos orales están programados para el 3 de abril. La parte que pierda en ese tribunal puede volver a apelar el caso y enviarlo de nuevo a la Corte Suprema.
En caso de que la ley SB4 triunfe abrirá la puerta para que cada estado de la Unión Americana apruebe sus propias leyes migratorias contraviniendo el pacto federal. Eso mismo ya se buscó hacer en Arizona con la Ley SB1070 y en Alabama con la HB56, que finalmente fueron suspendidas.
Incluso, mientras se determina el futuro de la SB4, las autoridades texanas seguirán aplicando medidas de control fronterizo que se han considerado controvertidas, como el uso de la Guardia Nacional estatal para detener migrantes y la colocación de boyas con alambres de púas en el río Bravo.
Frente a todo esto, el gobierno de México rechazó “cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano; asimismo no aceptaremos, bajo ninguna circunstancia, repatriaciones por parte del estado de Texas”.
En tanto se determina el destino de la ley SB4, las personas migrantes en Texas seguirán sufriendo la persecución y la criminalización cotidiana, sin importar el aporte que realizan a la economía de ese estado.
Profesor del Tec de Monterrey
@contodoytriques