La semana pasada el Pew Research Center (PEW) dio a conocer las cifras de la población migrante en Estados Unidos que muestran una reducción por primera vez desde 1960 de ese sector de la población.
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Actualmente en la Unión Americana viven 51.9 millones de migrantes cuando al inicio de 2025 la cifra era
de 53.3 millones, es decir, este grupo poblacional perdió alrededor de un millón de migrantes entre enero y junio, pese a que los migrantes “irregulares” alcanzaron un récord de 14 millones hace dos años.
La reducción se observa principalmente en personas económicamente activas donde se perdieron más de 750 mil trabajadores desde enero.
Causas
Existe una multicausalidad para explicar esta disminución que en primera instancia muestra una desaceleración en 2024 y luego una disminución en 2025, las razones, pues, son diversas, a saber:
- Las políticas antimigrantes del último año de Joe Biden y los primeros seis meses de Donald Trump que ha recrudecido las redadas y deportaciones, del 20 de enero al 20 de julio la administración Trump arrestó a más de 352 mil migrantes “indocumentados” y deportó a 324 mil, un promedio de mil 620 personas al día
- La pérdida de algún tipo de protección contra la deportación como el Estatus de Protección Temporal (TPS)
- La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) o los beneficios para los Dreamers;
- Las restricciones para obtener una visa o refugio; y también por la obtención de la ciudadanía por parte de algunos migrantes “indocumentados”.
Consecuencias
Las consecuencias de esta reducción poblacional se verán más temprano que tarde en la fuerza laboral porque la comunidad estadunidense en edad de trabajar no está creciendo lo suficiente y los requerimientos de mano de obra son cubiertos por los migrantes, por lo tanto, si se reduce la población migrante se afecta directamente el universo de trabajadores generando efectos devastadores a la maquinaria económica.
No obstante, la claridad en los datos presentados por el PEW, en la Casa Blanca continúan las prácticas y los discursos para criminalizar a los migrantes negando el aporte que realizan a la sociedad en general, insistiendo en señalarlos como una carga antes que como una comunidad que colabora con la sociedad
estadunidense.
Todo ello, para justificar las políticas de persecución y deportación que pesan sobre ellos. De no cambiar esa situación, la serpiente terminará mordiéndose la cola.
Al tiempo.
Profesor del Tecnológico de Monterrey
@contodoytriques