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Lo natural no siempre es seguro: suplementos y riesgo para el hígado

Lo natural no siempre es seguro: suplementos y riesgo para el hígadoA green tabletop with an array of vitamin supplement capsules and pills and a spoon
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En las últimas décadas, los suplementos se han vuelto parte habitual de la vida de muchas personas. Hoy en día, el mercado ofrece una enorme variedad: desde productos elaborados con hierbas hasta polvos energizantes, cápsulas para perder peso o mejorar el rendimiento físico. La oferta es tan amplia como las promesas que acompañan a cada frasco. Sin embargo, la idea de que “lo natural” es sinónimo de “seguro” puede ser engañosa, especialmente cuando se trata del hígado.

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Riesgo para el hígado

El hígado es el principal encargado de procesar y eliminar las toxinas del cuerpo, además de metabolizar los nutrimentos y los medicamentos. Su buen funcionamiento es clave para mantener la salud. No obstante, ciertos extractos presentes en suplementos pueden dañarlo seriamente.

Cuando el hígado se ve afectado por sustancias químicas, hablamos de hepatotoxicidad, un tipo de lesión que puede aparecer tras el consumo de productos que, en muchos casos, se toman por recomendación de conocidos y no bajo la supervisión de un profesional de la salud.

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Diversas investigaciones han documentado casos de daño hepático asociado con suplementos populares, incluyendo hepatitis aguda, insuficiencia hepática y otras complicaciones graves. Entre los productos implicados destacan el extracto de té verde y la garcinia cambogia, ambos promovidos para bajar de peso, así como la ashwagandha, un adaptógeno cada vez más utilizado para reducir el estrés o aumentar la energía.

Un aspecto que pocas personas conocen es que los suplementos no están sujetos a los mismos controles regulatorios que los medicamentos.

En muchos países pueden venderse sin demostrar su eficacia o seguridad, e incluso sin etiquetado adecuado. Esto abre la puerta a productos adulterados, mal dosificados o con ingredientes no declarados, lo que incrementa el riesgo para la salud.

El número de casos de lesión hepática vinculados al consumo de suplementos ha crecido en los últimos años. Esto no significa que todos sean peligrosos, pero sí que es necesario actuar con precaución. La prevención y la información son las mejores herramientas. Antes de comenzar cualquier suplemento, consulta con un médico o nutriólogo, quien podrá revisar tus antecedentes y detectar posibles interacciones con fármacos o alimentos.

También es recomendable comprar únicamente productos de marcas reconocidas, con etiquetas claras y respaldo profesional. Si llegas a presentar síntomas como piel u ojos amarillos, dolor abdominal, náuseas o cansancio extremo, suspende el suplemento y acude de inmediato al médico.

En Estados Unidos, los reportes de daño hepático asociado con suplementos pasaron del 7% en 2004 al 20% en 2014, e incluso se han registrado casos de trasplantes y muertes relacionados con su consumo. Este incremento demuestra que, aunque muchos productos sean seguros, el riesgo es real.

En conclusión, los suplementos pueden ofrecer beneficios, pero también riesgos si se consumen sin orientación profesional. El hígado trabaja incansablemente por tu bienestar: cuídalo informándote y consultando siempre a un especialista antes de incorporar cualquier producto a tu rutina.


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