En la última aparición de Marcelo Ebrard con el tema de las candidaturas de Morena a la presidencia de la República, se apreció un movimiento de ajedrez, que venía avanzando de anteriores declaraciones, pero que ahora está más definido.
Ebrard ratifica una petición a la dirección de Morena, la de precisar y pulir las reglas bajo las que se competirá.
@m_ebrard renuncia a la @SRE_mx ? Aquí la respuesta 👇🏻 pic.twitter.com/WwuOx5nC64
— Proyecto Metropolitano ZMG (@proyecto_zmg) May 3, 2023
Tres peticiones
Marcelo Ebrard básicamente habla de tres puntos:
- Establecer igualdad de condiciones de los participantes en el proceso
- Renuncia o licencia de la función pública que vienen ejerciendo,
- Definir de reglas para las encuestas en que descansará la decisión y debates públicos de quienes pretenden la candidatura.
Para el primer caso es evidente el enorme gasto que viene haciendo cuando menos la gobernadora de la Ciudad de México.
Para la mayoría de los observadores sufraga su precampaña con dineros públicos de la ciudad y coloca en severa desventaja a los demás aspirantes.
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Eso, sin contar con la nada disimulada protección de los órganos dependientes de la presidencia de la República, en especial de comunicación.
Para el segundo caso, es una exigencia a la dirigencia de Morena que de manera descarada opera en favor de la titular del gobierno de la ciudad de México y genera razonable temor de manipulación de los procesos de consulta para beneficiar a su protegida.
Por ello, se exigen empresas encuestadoras confiables para los competidores, con un consulta mínima, clara y precisa de las preferencias de los encuestados, sobre quien prefieren para candidato de Morena.
El tercer punto se refiere a los debates y pretende generar información a los potenciales consultados, sobre el conocimiento y capacidad de solución de los aspirantes, de los enormes y graves problemas que padece el país, para que, quienes sean consultados estén en condiciones de tomar decisiones con conocimiento de los personajes y su capacidad para enfrentar los retos.
Como era de esperarse la titular del gobierno de la Ciudad de México se sintió amenazada y se resiste a entrar en un proceso en que se evalúe la capacidad con la limpieza de la consulta.
Es entendible además, que se niegue a pasar por el cernidor de los debates, que pudieran evidenciar las limitaciones personales.
Es de notar que la manipulación que se presenta de quienes la promueven, es la insistencia de simplificar que la potencial decisión y sobre todo a los líderes de opinión, que será unipersonal, esto es, que una encuesta seria y profesional limitaría la capacidad de decisión unilateral e interesada.
Aunque los principales comentaristas del país han caído en el juego de aceptar una designación unipersonal, debe considerarse que una encuesta seria, estará soportada en una muestra considerable de electores.
Otra razón para preocupar a la líder de la Ciudad de México es que una parte dominante de los consultados, habrán de ser habitantes de zonas urbanas y que a pesar de administrar la ciudad con más habitantes del país, ha tenido problemas de aceptación su administración.
Además, los consultados pertenecen a segmentos de clase media, con liderazgo social, educativo y cultural, esto es, serán más cercanos a las exigencias democráticas.