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Miles de palabras en el diccionario, armonía destaca*

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De las casi cien mil palabras que contiene el Diccionario de la Lengua Española, hay algunas que me agradan sobremanera.

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“Gratitud” me parece no solo eufónica, rítmica, entrañable, gentil y humana, sino también hermosa.

“Amor”, es sin duda una palabra con profundo contenido emocional. Amor es entrega, comprensión, ayuda mutua y sueños compartidos; es dar y darse sin condiciones.

“Madre”, aunque fuerte, tiene, por ser generadora de vida y guía permanente, su propio peso; es enseñanza, caricia, cuidado, rectitud, ejemplo y perdón.

“Compromiso”, pues nos recuerda que a la vida llegamos con una misión: servir.

“Lealtad”, porque ¿qué vale quien no respeta la palabra, el abrazo sincero y el valor de la amistad?

Pero hay una que me encanta, la considero uno de los diamantes de nuestro idioma y de nuestra vida: “armonía”.

Armonía -dice el diccionario- es equilibrio, proporción y concordia, ya sea en sonidos, formas, en relaciones o la vida misma.

Armonía es la Tierra gravitando en el infinito, es el Sol calentando nuestros cuerpos, es la Luna cobijando nuestras ilusiones.

¿Te has puesto a pensar que, sin armonía no existiría nada? Cuando no hay armonía, lo que prevalece es el caos, el desorden, la incertidumbre y la violencia.

Sin armonía no hay política, justicia, ni solidaridad. Sin armonía no habría valores; ese marco de referencia que permite la vida en comunidad.

Tampoco existiría el lenguaje, esa espléndida herramienta que nos permite comunicarnos para compartir nuestras ideas y sentimientos.

Sin armonía no habría música, pintura, escultura, ni literatura. Sin armonía, se rompe la conexión entre el tiempo y el espacio. Un poema ajeno a los ritmos que impone la métrica carece de la capacidad para trasmitir ciertas emociones y un discurso ausente de armonía es solo letras sueltas, sin sentido.

Y, ¿qué decir de la arquitectura? Esa maravillosa profesión que integra la imaginación, el diseño y la física para crear obras que conjugan la belleza y la practicidad de las cosas.

Sin armonía no sería posible la lógica, ni la exactitud de los números, ni el orden del Universo.

Sin armonía no habría salud, ni bienestar. La armonía es la paz del espíritu, del cuerpo y del pensamiento. Es la libertad.

Una de las diferencias entre los seres humanos y el resto de los seres, es la capacidad de preservar e incrementar los bienes recibidos. Esa es nuestra misión.

La armonía es el camino, Dios la inspiración. Independientemente de nuestra idea de la divinidad, estaremos de acuerdo en que Dios es el orden perfecto. Es la naturaleza: el canto de las aves, el aroma de las flores, las espinas del rosal, es la siembra y la cosecha. Es el hombre y la mujer, el niño y el viejo. Es la esperanza y el final del camino; el principio y el fin, la cuna y la tumba. Dios es la síntesis de todo y de todos. Dios es la armonía. Sí, hay miles, millones de palabras, pero solo una llena de sentido nuestras vidas: armonía.

*Columna publicada en: https://www.informador.mx/ideas/Armonia-20250831-0100.html


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