En el contexto de la migración internacional “sin papeles”, siempre aparecen los actores que buscan sacan provecho de la urgencia y desesperanza que experimentan las personas migrantes.
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Ora traficantes de personas, ora autoridades de cualquier órgano de gobierno, ora grupos criminales, ora empleadores en los lugares de arribo, todos obtienen beneficios económicos a costa de los migrantes quienes en su desesperación por abandonar su lugar de origen y encontrar un sitio donde establecerse para construir un futuro, están dispuestos a pagar lo que les pidan para alcanzar su objetivo.
La estrategia
Cuando hablamos de migración “indocumentada” casi siempre mencionamos a bandas de polleros que se encargan de transportar a los migrantes pagándole a los policías, agentes y burócratas migratorios o soldados para que les permitan mover a las personas son problemas, sin embargo, en esta ocasión nos referimos al “negocio” puesto en marcha por el gobierno del presidente, Daniel Ortega en Nicaragua.
El “negocio” del mandatario se lleva a cabo de la siguiente manera: levantó el visado para diferentes nacionalidades cuyos habitantes migran de manera significativa a Estados Unidos, gracias a ello muchos migrantes pueden evitar cruzar la selva del Darién y llegar por aire al país centroamericano ya sea desde el Caribe, África o Asia.
Se estableció un convenio con pequeñas aerolíneas como Ghadames Air que transportan a los migrantes indios, kazajos, uzbekos, kirguís o marroquíes, aunque la mayoría de los migrantes que están utilizando la vía nicaragüense provienen de Cuba, Haití y República Dominicana.
Ortega ordenó abrir embajadas en algunos de los países africanos y exrepúblicas soviéticas para
coordinar mejor los traslados; una vez en Managua el gobierno facilita su estadía en la capital y el transporte hasta Honduras; también otro grupo de personas les ofrecen a los migrantes el servicio completo que incluye dejarlos en la frontera sur de Estados Unidos.
Los vuelos
Como resultado de este “negocio”, el Aeropuerto Internacional en Managua ha experimentado un aumento significativo en el tráfico aéreo con 879 mil pasajeros el año pasado, 56 por ciento más respecto a 2019.
Del total de personas, solo 573 mil realizaron el vuelo de retorno, lo que muestra que casi 300
mil pasajeros solo llevaban boleto de ida. Desde mayo de 2022 hasta mayo de 2023 aterrizaron en la capital nicaragüense mil 200 vuelos contratados de forma privada para transportar pasajeros cuyo destino final era Estados Unidos.
Entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 se realizaron más de 30 vuelos chárter de los que 15 provenían de Marruecos (2), Libia (3), Curaçao, Ámsterdam (10), Alemania y Francia (La Opinión, 9 de julio de 2024).
A partir de 2021, Nicaragua se ha convertido en la principal vía de tránsito de los cubanos hacia Estados Unidos. Ya no es necesario navegar a Yucatán o Florida, ahora vuelan al país centroamericano. En los últimos 2 años han dejado la isla a través de esa ruta medio millón de personas, lo que significa el mayor éxodo de la historia de la isla.
Un pasaje en vuelo de ida de Cuba a Nicaragua ronda los tres mil dólares, y desde Nicaragua a la Unión Americana deben pagar entre 10 y 15 mil dólares más.
Los millonarios recursos que llegan a los bolsillos de Daniel Ortega y sus secuaces provienen de tres fuentes: impuestos de uso del aeropuerto (sin recibo), tasas de visado, y gastos de transporte y estadía. Incluso, quienes llegan por tierra a través de la frontera con Costa Rica se les cobra 150 dólares por ingresar a Nicaragua.
Por estos cobros, entre enero y octubre de 2023 habría ingresado unos 66 millones de dólares, mientras en los primeros 3 meses de 2024 la cifra podría haber alcanzado los 8.4 millones.
A través de la ruta que comienza en África Occidental los migrantes pagan hasta 10 mil dólares por vuelos comerciales con varias escalas antes de llegar a Nicaragua.
La segunda ruta atiende procedente de la India tiene un costo de entre 72 mil y 96 mil dólares por persona (La Opinión, 9 de julio de 2024).
Más allá de ser un país de tránsito, Nicaragua se está significando como un trampolín utilizado por las personas migrantes en su ruta a Estados Unidos pagando por ello miles de dólares que terminan de forma ilegal en los bolsillos del presidente Daniel Ortega.
@contodoytriques