A las críticas lanzadas el pasado jueves 13 por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez en contra de la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano por los resultados obtenidos en la elección presidencial, y quejarse porque la campaña con el concepto de “fosfo fosfo” cobró factura en Jalisco en contra de los candidatos emecistas que fueron derrotados y advertir que podrían llegar, incluso, al “rompimiento”, Dante Delgado Rannauro le respondió seis días después y dijo:
“Respecto a su opinión, lo dije antes y hoy lo reitero: Él ha tomado sus decisiones y las hemos respetado…Respetamos, como decía Bora, ¿no?”.
Y la decisión que tomó el gobernador Alfaro, a la que se refiere el dirigente nacional de MC, fue la que hizo pública el 22 de agosto del año pasado -y que ha repetido en cuanta oportunidad tiene- cuando dijo:
“Yo ya no tengo interés de participar en un proyecto que no entiendo, que se construye de manera unilateral y que simple y sencillamente nos quiere someter a todos a la voluntad de quienes coordinan el partido a nivel nacional”.
Por eso Dante Delgado no ha respondido a todas las ocasiones que Alfaro Ramírez ha criticado al partido desde julio del 2023, cuando anunció que no buscaría ser candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República, y luego cuando se dio el “destape chelero” de Álvarez Máynez y en ocasiones posteriores, porque además el gobernador de Jalisco nunca ha sido militante de Movimiento Ciudadano.
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¿Por qué Dante Delgado debería hacer caso de las declaraciones de quien tomó la decisión de no participar en el proyecto de Movimiento Ciudadano, de quien no es militante del partido y de quien anunció su retiro de la política en diciembre próximo?
Dante Delgado sabe que ya no depende del emecismo jalisciense para sobrevivir, luego de la derrota desastrosa que sufrió el pasado dos de junio al ganar solo una diputación federal, cuatro diputaciones locales, tener la gubernatura impugnada y no haber logrado ni siquiera la senaduría de primera minoría. Sabe que Movimiento Ciudadano Jalisco ya no es el de 2015, 2018 o 2021. El MC del 2024 se hundió, se vino abajo, por eso ya no es atractivo para el dirigente nacional emecista.
Sin embargo, llamó la atención que el dirigente estatal de MC, Manuel Romo Parra, y Clemente Castañeda, como coordinador de los senadores “naranjas”, entre otros obligados, se hayan “rebelado” y roto con la institucionalidad -de la que hacían gala en ocasiones anteriores- que los obligaba a asistir al pasado Consejo Nacional -celebrado la semana pasada-, en el que se aprobaron las convocatorias para renovar las dirigencias estatales.
Y es que al evento no asistió ningún emecista jalisciense, luego de que el jueves 13 pasado Alfaro declarara: “Quienes están pensando que ese modelo de la banalidad (…) va a tener nuestro aval, que va a tener nuestro acompañamiento, se equivocan, eso no va a pasar. Y si eso nos lleva a tomar como movimiento, como expresión política, otro tipo de medidas en el futuro, inclusive la del rompimiento…”.
¿Romper con la institucionalidad a la que están obligados Romo y Castañeda, es acaso el primer paso para el “rompimiento” del Grupo Jalisco con el partido Movimiento Ciudadano? ¿Es el principio del fin? ¿Manuel, Clemente y todos los demás emecistas, particularmente quienes serán legisladores federales y estatales, así como alcaldes o gobernador -si el Tribunal ratifica la resolución del IEPC-, están decididos a “lanzarse al vacío” al que los pretende obligar quien anunció que se retirará de la política apenas deje de ser gobernador? ¿O saben algo que todos ignoramos y están dispuestos a seguirlo en su aventura?
No me imagino que esté en su mente fundar un nuevo partido, lo veo lejano, pero advierto muy arriesgado que quienes ganaron sus elecciones decidan quedarse “huérfanos” por voluntad propia, porque si de algo están seguros es de que si deciden “romper” con el la dirigencia nacional y el partido, Dante no los volteará a ver.