Evidentemente las generaciones jóvenes del presente nos vemos inmiscuidos en múltiples y muy complejos retos, uno de ellos y que poco eco tiene en nuestra sociedad, es la crisis en el sistema de pensiones.
Abordemos este tema desde dos vertientes, la visión sociológica y, como un problema de seguridad y previsión social.
Te puede interesar: Comercio informal y la falta de empleo
Es muy común escuchar o leer a jóvenes que no pretenden llegar a la vejez o no se visualizan en esta etapa de la vida:
Esto por la desesperanza promovida en medios de comunicación masiva, influencia de actores sociales respecto a las condiciones actuales y venideras o simplemente por desinterés o por no preverlo.
No obstante, nadie tenemos la certeza acerca nuestro futuro sin mencionar que hay o habrá personas por las que habrá de velar por su bienestar.
El Sistema de Pensiones para el Retiro, en los últimos años, ha sido debatido y muchas de las veces preocupante debido a la crisis financiera y su poca sostenibilidad a largo plazo, pese a su más reciente reforma en el 2021.
En México y en otros países de primer mundo como lo es Francia, el tema sobre previsión social llevaron a intensas manifestaciones debido a la reforma sobre pensiones del presidente francés Emmanuel Macron, que causó un gran descontento en los ciudadanos franceses.
Cambios estructurales
En este sentido, Ángel Guillermo Ruiz Moreno, experto en pensiones y seguridad social, señala la necesidad e importancia de realizar cambios estructurales en el sistema actual para garantizar su viabilidad en el futuro, pues este sistema está basado en el modelo de reparto, en el cual los trabajadores en activo financian las pensiones de los jubilados por medio de contribuciones.
Este sistema ha operado por décadas enfrentándose a múltiples desafíos, cómo el envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad, así como el incremento del sector informal generando una disminución en el número de trabajadores activos por cada jubilado.
Ruiz Moreno propone adoptar un modelo de capitalización, en el cual cada trabajador ahorra para su propia jubilación ahorrando en cuentas individuales, esto con la finalidad de aliviar la carga financiera que descansa sobre los trabajadores en activo, además daría más control sobre los ahorros para la jubilación tomando decisiones para invertir su dinero.
Un par de aspectos importantes a considerar es la educación financiera, logrando esto a través de programas en escuelas, trabajo y comunidad en general independientemente de nuestra área de estudio, de trabajo o edad.
En conclusión podemos referir que la crisis del sistema de pensiones para el retiro es un problema complejo que requiere soluciones a largo plazo.
Ruiz Moreno ha planteado algunas propuestas interesantes como la adopción de un modelo de capitalización y la promoción de la educación financiera, que podrían contribuir a mejorar la situación actual y garantizar la sostenibilidad del sistema en el futuro o en su defecto, procurar ahorrar de forma individual.
Aunque el destino es incierto, la realidad es que también a este se le enfrenta con coraje y esperanza, conocimiento y educación para hacer frente a los retos que nos aquejan.