Han transcurrido ya 19 días de los 45 que el gobernador Jesús Pablo Lemus Navarro se autoimpuso como plazo para “pacificar” Teocaltiche.
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Le restan 26, el tiempo corre, y contrariamente a lo que podría esperarse ante la advertencia del Mandatario, la violencia se recrudeció en aquel municipio y no se avizora cómo le hará para cumplir su palabra aún y con el supuesto reforzamiento de la seguridad incrementando el número de elementos del Ejército y la Guardia Nacional.
El asesinato de la regidora Cecilia Ruvalcaba, a quien Lemus Navarro se resistía a reconocer como candidata de su partido Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal y que con ella hizo campaña por la gubernatura, identificándola simplemente como Jefa de Enfermeras de un hospital comunitario, no sólo agudizó la inseguridad, sino que abrió la interrogante sobre cómo pretende el gobernador “pacificar” tan “caliente” municipio.
Y es que apenas cinco días después de que Lemus Navarro advirtió que “pacificará” Teocaltiche, asesinaron al secretario general del Ayuntamiento, José Luis Pereida Robles, cuando comía en un restaurante de mariscos.
Al día siguiente agredieron con arma de fuego a dos mujeres al interior de una lonchería, quienes llegaron heridas al hospital, aunque más tarde una de ellas falleció; y ahora nada impidió a los delincuentes entrar al hospital y asesinar a la regidora Ruvalcaba la madrugada del jueves.
¿Qué sigue o quién sigue? se preguntan en Teocaltiche, cuyos habitantes se encuentran conmocionados por el último crimen.
Y es que a raíz de la promesa de “pacificación”, en el municipio se han registrado dos asesinatos de alto impacto: la del secretario general del Ayuntamiento y dirigente municipal del PRI, y la de la regidora y ex candidata a la alcaldía por Movimiento Ciudadano.
El tiempo corre y el plazo de los 45 días se agota sin señales siquiera de que haya una estrategia en el Estado para cumplir exitosamente con la palabra empeñada; por el contrario, en Teocaltiche amanecen cada día con el miedo a flor de piel y con el “Jesús en la boca”.
Y por otro lado está Teuchitlán, donde se “estrena” presidente municipal interino, luego de que quien estaba en funciones, José Ascensión Murguía Santiago, fue vinculado a proceso por la Fiscalía General de la República, acusado de delincuencia organizada, relacionada con el rancho Izaguirre.

En su lugar fue electo por los regidores su compañero Jaime Alberto Rodríguez Ballesteros, de quien destacan ser originario de la delegación de La Estanzuela, donde se ubica el ya mundialmente famoso narcorrancho.
¿Qué sucederá en este municipio donde la FGR aún no concluye la investigación? Su futuro es tan incierto como en Teocaltiche, y lamentablemente en uno y en otro la inseguridad sigue reinando, que valga decir que es una herencia que el actual gobierno recibió de la administración alfarista, pero que no por ello tiene excusa ni justificación cuando esta entrando ya a su sexto mes de gestión y es fecha, insisto, en que no se advierte estrategia o plan alguno para contrarrestar exitosamente esa inseguridad, pues no sólo se trata de “amontonar” elementos federales y estatales.
Así, pues, ojalá y la paz llegue a los habitantes de Teocaltiche y Teuchitlán. Por el bien de todos.