El 23 de abril el gobernador Jesús Pablo Lemus Navarro se autoimpuso un plazo de 45 días para “pacificar” Teocartiche; han transcurrido ya 33 días, restan solamente 12 y no hay señal alguna que indique que podrá cumplir lo prometido.
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Pero quizás porque no conoce completa aquella frase que reza que “prometer no empobrecer, cumplir es lo que aniquila”, el pasado 15 de mayo, durante la ceremonia del Día del Maestros, Lemus Navarro se autoimpuso un nuevo plazo: En nueve meses tener cubierto en un 92 por ciento el abasto de medicinas de toda la red de Salud en el Estado… incluidos los Hospitales Civiles de Guadalajara.
Primero culpó a los Hospitales Civiles y al IPEJAL de que los pacientes sufran por la falta de medicamentos.
Acusó: “Tanto los Hospitales Civiles como el Instituto de Pensiones no realizaron las licitaciones a tiempo de medicamentos y que ocasionaron este desabasto de medicamentos que ustedes están sufriendo actualmente”.
Seguramente ignoraba que ese mismo día por la tarde, porque así estaba programado o al verse presionado, el IPEJAL lanzó la licitación para la adquisición de medicamentos y que los Hospitales Civiles ya habían adjudicado la adquisición de medicamentos, aunque no precisamente al 100 por ciento.
Luego, se ufanó de ser quien saldrá al rescate: “He dado la orden para poder consolidar todas las compras de medicamentos del Estado, para poder bajar precios e incrementar el suministro; es decir, ahora vamos a comprar conjuntamente medicamentos para Hospitales Civiles, para el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco y para absolutamente todos los centros de Salud y hospitales del Sistema Estatal de Salud de Jalisco. Todo consolidado, una sola compra. Y vamos a poder ayudar a incrementar el suministro”.
Y luego vino el autoimpuesto plazo para cumplir con su nueva promesa, mientras cada vez se agota más el plazo para “pacificar” a Teocaltiche:“
¿Cuál es el compromiso? Y lo dejo clarito para maestras y maestros adheridos al IPEJAL: En septiembre (…) 92 por ciento de suministro de medicamentos en IPEJAL y en toda la red estatal, porque hoy estamos, Hospitales Civiles e IPEJAL, andan en 45 por ciento. Cuarenta y cinco por ciento Hospitales Civiles, ¡bajísimo! Vamos a llevar el suministro de medicamentos al 92 por ciento en septiembre. Es mi compromiso con ustedes. ¡Quedamos!”.
Queremos creer que el abasto de medicamentos para los Hospitales Civiles de Guadalajara saldrá de las arcas estatales, ¿o pretenderá también decirle a la Universidad de Guadalajara que los administra, cómo debe de gastar su presupuesto en los nosocomios?
Si es lo primero, tendrá que confirmarse bajo qué modalidad será la contratación. Y para ello, tendrá que ser conforme a las Disposiciones Administrativas para Entidades Paraestatales que el propio Jesús Pablo Lemus emitió en diciembre del año pasado, formalizando un convenio de participación entre el Gobierno del Estado y los Hospitales Civiles.
En una palabra, Lemus Navarro no puede atraer recursos destinados a los Hospitales Civiles para comprar los medicamentos que éstos requieren. ¿O se arriesgará a que desde la Rectoría General le den otro “coscorrón” como la semana pasada?