Datos que debes saber sobre el clásico tapatío

Hay un partido de futbol que es capaz de dividir a toda una ciudad, de hacer que los mejores amigos discutan, que se desborde la pasión, las calles estén vacías y un estadio y los bares llenos. Ese es el clásico tapatío, el más antiguo del futbol mexicano, el que enfrenta Chivas contra Atlas, un juego que va más allá, donde se juega el honor, el orgullo y muchas cosas más.

Entre esas cosas, está el hecho de tener que aguantar la carrilla si tu equipo pierde. Durante la semana se dejan venir las apuestas, las más extremas implican raparse, otros ponen en la mesa vestirse con la playera del odiado rival.

También en la semana abundan los memes, los retos; todo para calentar el ambiente y que se despierten las ganas de ver el juego.

Aprovechando que se viene el clásico tapatío, en el que hay mucho de por medio, me dí a la tarea de recabar algunos datos curiosos de los clásicos, de esos que parecen mitos y leyendas, pero que muchos en realidad, son ciertos. Aquí te los comparto a continuación.

Atlas humilló a Chivas 18-0

Dicen que es leyenda, otros que es real y que no debe ponerse en duda, mencionan que la verdad nunca se sabrá, y tal vez esto sea parte de un debate.

La historia (o leyenda) dice que el partido fue en pleno apogeo de la Revolución Mexicana, el duelo culminó 18-0, y hay un documento que lo avala, es una portada dictando la humillación, aunque no hay mayores detalles sobre los acontecimientos del juego. Una pena que en ese tiempo no existía el famoso minuto a minuto.

El “Tubo” Gómez leyendo en pleno partido

Este arquero será recordado por ser uno de los principales al momento de alimentar la rivalidad entre los equipos tapatíos. Le gustaba llamar “margaritones” a los atlistas y siempre calentaba los duelos con el acérrimo rival (que lejos estamos hoy de esos tiempos). Fue en 1955 cuando descaradamente se sentó recargado en el poste y se puso a leer una historieta, y es que argumentaba que no le llegaba nada.

Esa fotografía es legendaria y le ha dado la vuelta al mundo, siendo recordada hasta hoy como una de las grandes humillaciones que se han visto en el fútbol.

El primer campeón de Guadalajara fue el Atlas

En 1951, el primer campeón tapatío en el futbol profesional fue el Atlas, al vencer a las Chivas. Algo que el Rebaño no puede presumir, pues nunca se ha medido a los Zorros en una final.

El primer Clásico acabó en campal

En 1916, Chivas y Atlas se enfrentaron por primera vez. En ese entonces el Atlas representaba a la opulencia, pues el club se formó de unos estudiantes que venían llegando de Inglaterra y traían ganas de presumir lo aprendido en suelo europeo.

Chivas, por su parte, era el populachero, el equipo del pueblo. De aquel primer compromiso poco se puede rescatar de los archivos, más que terminó de forma abrupta debido a que se armó una verdadera batalla campal entre ambos conjuntos. Había nacido una gran rivalidad.

Atlas inventó el mote de Chivas

Así es, la afición del Atlas es la culpable de que hoy al Club Guadalajara se le conozca popularmente como las Chivas. Todo nació como una burla de los seguidores de los Zorros, quienes en 1948 dijeron que los rivales citadinos parecían “Chivas brinconas”, broma recurrente que comenzó a aparecer en los diarios para hablar de las limitantes del equipo para medirse a sus rivales. Así las cosas, fueron evolucionando, y pasaron de broma a ser tomado como el emblema del equipo. 

Chivas para ricos, Atlas de la prole

Aunque Chivas es uno de los más ganadores y se ha vuelto hoy en día un equipo grande, mucho tiempo navegaron con la bandera de ser del pueblo, el de puros mexicanos y eso los volvía humildes.

Atlas era visto como el equipo para la clase alta, de más elite, el de los grandes clubes deportivos y que no cualquiera puede entrar, selectos y para “niños bien”.

Las cosas han cambiado, ahora Chivas tiene uno de los estadios más nuevos y bonitos de todo el continente, pero es uno de los más caros para visitar, además de que es complicado acceder a él si no tienes auto.

Esto los ha llevado a ser los nuevos ricos, a tener un estadio en el que se llena de gente que va por la foto y otros más que lo toman como la precopa a la salida social.

El estadio Jalisco quedó atrapado en el tiempo, en plena Calzada Independencia, “delincuencia” para los compas, e ir a ver al Atlas es uno de los boletos más baratos que se pueden pagar en todo el fútbol mexicano (menos cuando los visita Chivas o el América).

Es por ello que ahora son el equipo humilde, donde sí se pueden comer antojitos en los alrededores y donde dicen que sabe el futbol verdadero. Cuestión de enfoques y gustos.

Goleada e invasión de cancha

Al cierre del Clausura 2015 se escribió uno de los capítulos que serán más recordados en la historia del Clásico Tapatío. Atlas y Chivas se encontraron por tercera vez en una Liguilla y el Rebaño terminó goleando 4-1 en el partido de vuelta, tras un juego de ida que culminó sin anotaciones.

Esta fue la peor derrota para alguno de los dos equipos frente a frente en una “Fiesta Grande”. Tres goles de Marco Fabián y uno más de Omar Bravo, terminaron con las esperanzas rojinegras.

Lamentablemente, la derrota provocó que la porra del Atlas invadiera el terreno de juego, agregando tensión a un duelo que en los últimos años se ha convertido en un foco de alto riesgo para las autoridades.

El Fútbol es cultura

Este sábado se enfrentarán nuevamente, como aficionado del futbol me agrada todo este tipo de ambiente y rivalidad entre estos dos equipos sin embargo existe una ligera línea entre la rivalidad y la violencia.

Que la violencia no manche este hermoso deporte, que sea un clásico que cumpla todas nuestras expectativas que se cumpla el objetivo, que sea momento de recreación y entretenimiento para todos nosotros recuerda si asistes al estadio: a ti, a mí, a ella o a él nos esperan en nuestras casas.

La rivalidad es siempre, la carrilla es permitida y las burlas al rival son comunes, pero la violencia nunca será la respuesta de nada.

Al final del día todos somos aficionados de este hermoso deporte, todos somos seres humanos y todos tenemos una familia o amigos que aguardan nuestro regreso.

El Clásico es nuestro ¡No dejemos que la violencia nos lo arrebate!