Crisis ciclicas y referentes I

Al vivir el nerviosismo de los mercados de estos días, no queda otro remedio que acudir a los momentos de crisis que se vivieron en años anteriores, los más traumáticos fueron sin duda los de la transición de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.

Salinas llegó en medio de severos cuestionamientos por la elección de 1988 y salió dejando atrás una gran crisis política y una devaluación de más del cien por ciento, que afectó de manera severa a las familias del país en los siguientes años.

Al tomar posesión de la Presidencia, Salinas diseñó un audaz plan sexenal con el fin de recuperar la credibilidad y fortalecer su gobierno, ese objetivo lo logró mediante firmes actos de gobierno y un intenso programa asistencial, que denominó Solidaridad.

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Las acciones espectaculares de gobierno las inició con la detención del poderoso líder del sindicato petrolero, conocido como La Quina, acción por demás ilegal porque se le atribuyeron hechos inventados, que fueron el pretexto para quitarlo del sindicato.

Una de las razones reales fue haber financiado campañas del Frente Democrático en 1988. Otro evento importante, aunque menos espectacular fue quitarle el liderazgo a Carlos Jonguitud Barrios del sindicato magisterial y entregárselo a Elba Esther Gordillo.

Dentro del programa de Recursos naturales, destacó el Proyecto para rescatar la Cuenca Lerma Chapala, que involucraba a los gobiernos de los estados y municipios por los que pasa, así como las organizaciones sociales y económicas involucradas, entre otros elementos.

Dicho proyecto no tuvo el tiempo necesario para cristalizar, además de que el gobierno de Zedillo tenía demasiados frentes para continuarlo.

El otro pilar del proyecto de Salinas fue el programa de Solidaridad, al que le dedicó enormes recursos, que al final del sexenio afectó su gasto a la fortaleza del peso, siendo uno de los factores para la devaluación de 1994 1995.

Cabe reconocer que los resultados en el mediano plazo fueron espectaculares en la recuperación política de Carlos Salinas, de tal manera que le permitió triunfar prácticamente en todos los distritos electorales federales en 1991, con excepción de sólo uno.

El último año de su gobierno fue de eventos trascendentes como inesperados algunos, la firma del Tratado de Libre Comercio, por un lado, por el otro la rebelión Zapatista y la muerte del candidato del PRI Donaldo Colosio.

El lanzamiento de Ernesto Zedillo como candidato emergente a la Presidencia de la República, con un resultado electoral atípico, con la participación de más del setenta por ciento de los electores, atribuido al
temor de inestabilidad política que se podría generar.

También con Carlos Salinas se dio la transición de los grandes grupos delictivos, la caída definitiva del Cártel de Guadalajara con la detención de Miguel Ángel Félix Gallardo, el último de sus líderes y el surgimiento del poderoso Cártel del Pacífico, bajo el liderazgo de Joaquín Guzmán Loera y El Güero Palma, con la protección abierta de los cuerpos de seguridad, en especial de la Procuraduría General de la República.

Sin embargo, la crisis económica de final de sexenio destruyó los sueños de Salinas, llevándolo en pocos días de ser el hombre más poderoso y autoritario a prácticamente un paria. El repudio y el rechazo de la población, sumados a la detención de su hermano Raúl, lo obligaron a vivir fuera del país en un destierro, simulado de cambio de domicilio.