En la década de los ochenta y dentro del marco del desmantelamiento del llamado Cártel de Guadalajara, en el que se vieron involucrados importantes funcionarios de Miguel de la Madrid, Raymundo Riva Palacio hizo en su columna una descripción detallada de la coordinación de la CIA norteamericana con la delincuencia que comerciaba cocaína, proveniente de Colombia.
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Dijo Riva Palacio que eso dio pie para que George Busch padre, desmantelara la intervención de la organización espía para dar paso a la creación de la DEA.
El involucramiento de la organización espía norteamericana se originó con la política de Ronald Reagan para recabar ingresos y enfrentar el gobierno de Irán. Tal política la llamaron La estrategia Iran Contras y la operaba la CIA.
Para el siguiente periodo de gobierno, las complicidades y los intereses económicos que se crearon en el proceso se volvieron incontrolables, lo que obligó a George Bush padre a crear una nueva
organización que enfrentara a la delincuencia latinoamericana.
Entre otras acciones se dieron la intervención en Honduras, para detener a Juan Ramón Mata Ballesteros en 1988 quien operaba el tráfico de drogas de Colombia a México.
Otra fue en Panamá, con la detención de Manuel Antonio Noriega Moreno en 1989 que ejercía la dictadura y fue un operador eficiente de la organización espía norteamericana.
Quedó así demostrado que cuando a los norteamericanos de manera determinante a los de origen republicano les afectan la imagen los grupos delictivos sin control, no tienen empacho en ordenar intervenciones en países extranjeros.
A partir de ese momento las circunstancias propiciaron una intervención directa de los gobiernos de México en el control de la Delincuencia Organizada, a través de los órganos de seguridad y de procuración de Justicia.
En el gobierno de Salinas después de la detención de Miguel Ángel Félix Gallardo, el último de los líderes del Cártel de Guadalajara, el gobierno deliberadamente fortaleció a otras corrientes, en especial el
Cártel del Pacífico que ha tenido un largo protagonismo y sobrevivencia.
También surgieron los Arellano Félix en Tijuana, el del Golfo en Matamoros, convertido posteriormente en Zetas y el de Ciudad Juárez que comandaba Amado Carrillo, conocido como el Señor de los Cielos.
El gobierno de Zedillo le entregó el manejo de los grupos a los militares, así según notas de la época, una corriente protegió a los Arellano Félix y la otra a Amado Carrillo.
Al final perdieron los que protegían a los de Ciudad Juárez, con la detención de quien comandó la Quinta Región Militar.
Con Vicente Fox los medios dieron cuenta de familiares del presidente y del Estado Mayor Presidencial, traficando a Estados Unidos de Norteamérica droga en vehículos oficiales, coordinados con la facción desprendida del grupo del golfo, conocida como Los Zetas.
También supimos que en el gobierno de Felipe Calderón el grupo protegido fue el del Pacífico, del que ha sido protagonista permanente el ahora procesado en Norteamérica, Joaquín Guzmán.
Por su parte en el gobierno de Enrique Peña también hubo colaboración con el grupo del Pacífico y con una vertiente, cuando menos, de los Beltrán Leyva.
En el gobierno de Felipe Calderón apareció de nuevo la CIA, coordinada con García Luna en enfrentamientos de la Policía Federal con la Marina, que operó con la DEA en operaciones importantes.
A grandes rasgos así aparece la intervención de las organizaciones norteamericanas y los gobiernos nuestros. ¿Para donde apuntan las decisiones futuras? La incógnita es, ¿Qué criterios aplicará el gobierno que inicia funciones el primero de octubre de este año?