Robo a transeúnte, también conocido como asalto, es un fenómeno cotidiano para la ciudadanía de Jalisco principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Tan solo en lo que va del último año y los principios del año 2023 se han registrado un aproximado de 739 asaltos, según datos de la carpeta de seguridad derivada del Instituto de Información, Estadística y Geográfica de Jalisco.
Sin embargo, estos datos podrían ser solo el 22% de delitos cometidos ya que una encuesta realizada por “Jalisco Cómo Vamos” menciona que casi el 78% de las víctimas no denuncian cuando presencian un asalto.
A pesar de esto, los datos sirven para respaldar un problema que no necesita ser visibilizado, ya que la inseguridad se ha convertido en parte de la vivencia diaria de los ciudadanos.
La normalización que existe en la sociedad cuando se habla del robo a transeúntes es alarmante, hoy en día ya no se vive con delincuencia, se sobrevive dentro de ella.
Los ciudadanos ya no comparten sentimientos de pertenencia en los espacios públicos, el crimen organizado parece ser el dueño de los andadores, los parques y las calles peatonales.
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Andar por la calle significa cuidar el paso, evitar ciertos lugares, incluso limitarnos a salir en ciertos horarios.
¿Qué pasa entonces con las primicias de nuestras libertades cuando ya ni siquiera es posible el transitar?
La inseguridad en la vía pública es una realidad que obliga a los individuos a adaptarse a las adversidades de un entorno delictivo.
Es urgente que las autoridades trabajen en proyectos de seguridad o que tomen las medidas correspondientes que garanticen la integridad del pueblo.
¿Qué han hecho los municipios y estado para aminorar el problema?
Entre las diversas iniciativas que ha echo el gobierno para paliar la realidad de inseguridad que se vive, se encuentran las siguientes:
- Un aumento del 12% al 15% del salario a personas trabajadoras de la fiscalia y la policía estatal, así como el aumento de personal en la plantilla policial.
- Mayor regulación en motocicletas, para aminorar el fenómeno de “motoladrones” obligarán a las tiendas que venden motocicletas a venderlas ya emplacadas y contar con registros de las unidades vendidas y los compradores, así como revisiones preventivas a los transeúntes motorizados.
- Se expidió una ley la cual obliga a las casas de empeño a pedir factura al momento de empeñar celulares, laptops o tabletas electrónicas, ya que son parte de los principales artefactos hurtados en los asaltos.
En los últimos años se estima que la delincuencia en asaltos ha disminuido, aún así Jalisco se encuentra entre los primeros lugares de asaltos en la lista nacional.
A pesar de que se han tomado acciones y se han logrado disminuir algunos parámetros en las incidencias de crimen, los alcances delictivos siguen siendo alarmantes demostrando que el gobierno necesita seguir tomando acciones para garantizar una ciudad libre y segura.
Es nuestro derecho como ciudadanos transitar sin miedo ni preocupaciones en nuestra ciudad.
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